“No es lo que tú no sabes lo que te mete en problemas. Es lo que tú crees saber con absoluta seguridad y simplemente no es así”
(Josh Billings)
Todo ser humano, independientemente de cómo creció o fue educado, durante sus años de niñez y juventud, desarrolla su propio criterio. Y está bien tener un criterio propio, diferente al de los demás… pero no que por ello está bien que no tomemos en cuenta, ni respetemos, las opiniones diferentes a las nuestras propias.
A veces, equivocadamente o no, intentamos imponer nuestras ideas, dando por hecho que las cosas se harán tal y como lo pensamos, creyéndonos poseedores del conocimiento exacto y de la verdad absoluta.
Pensar y actuar así, justificadamente o no, teniendo razón o no… puede llevarnos a provocar amargos y estériles desacuerdos entre familiares, amigos y compañeros del trabajo.
Imponiendo nuestra opinión sobre la de los demás, haciendo oído sordo a sus reclamaciones y reparos, ignorando sus comentarios al respecto, y obstinándonos en lo que decimos, podemos car víctimas de excesiva confianza e ignorancia. Esa actitud puede llevarnos a hacer o decir ridiculeces y disparates sin vergüenza alguna: no sentimos vergüenza, porque no nos damos cuenta de nuestra ignorancia, pensando que son los demás los ignorantes o equivocados. Se ha dicho que una persona educada reconoce lo que sabe y lo que ignora. Pero no es fácil, ni para las personas educadas, reconocer nuestros errores o a veces, simplemente intentar comprender la opinión que creemos errónea.
Es bueno tener confianza en nosotras mismas, pero no por ello ser soberbias. Nosotras, como todo ser humano, somos seres falibles, podemos equivocarnos. Y aunque tengamos razón, como pensamos tenerlo, podemos actuar mal, soberbia y arrogantemente, haciéndose sentir mal u ofendidos aquellos con quienes estamos tratando. Eso no está bien.
En la vida hay que ir con seguridad, confiando en nosotras mismas… pero también con humildad, que todos nos podemos equivocar, nosotras también. Y si no es en esto, puede ser en otro tema, pero la forma en la que tratamos de convencer o hacer ver nuestros puntos de vista afectan a las relaciones con las personas que tratamos.
Si cometes un error, si estás equivocada en algo, no es un deshonor, ni te hace menos valiosa. Por lo general, respetamos más a quien reconoce sus errores y está dispuesto a rectificar, que a quien siempre se sale con la suya y parece que siempre tenga razón. Hay que saber reconocer que no somos infalibles, saber decir un simple “no lo sé” o “no estoy segura” cuando sea el momento de decirlo… o de no insistir intentando imponer nuestra razón cuando vemos que se ofenden y molestan por ello.
Sería bueno no sentirnos menos valiosas sólo por reconocer nuestra ignorancia en un tema, intentemos ser más flexibles en nuestras conversaciones, buscando no ofender ni imponernos, tener discusiones honestas y abiertas, manteniéndonos humildes y reconociendo y aceptando que siempre habrá personas que saben más que nosotras, y que no pasa nada por ello. Recordemos pues, que no es lo mismo ser una persona grande, que una gran persona.
© Autor: Amanecer cautiva del amor.
Excelente tema, en mi caso particular mi pareja es el que siempre tiene la razón, bueno según el,
y no acepta que está equivocado, por lo tanto jamás me da la razón cuando yo muchas veces la tengo y con esta forma de ser de el me hace sentir mal y me baja el autoestima, por este motivo
desde hace muchos años le retire mis afectos. La verdad es que con este tipo de personas jamás podrá haber buena comunicación lo mejor será ignorarlas porque me parece una falta de respeto
no tener en cuenta la opinión y los sentimientos de los demás, esto es más bien ignorancia de las personas que actúan asÍ y por lo general son personas intolerantes.
Les agradezco mucho haber publicado este tema.
Que Dios las siga bendiciendo e iluminando.
QUERIDA AMIGA CHACHA:
Mi amiga, te pido disculpas por lo tarde para darte una respuesta, desafortunadamente re cien me repongo de quebrantos de salud.
Es muy común que el hombre dentro del hogar, no de lugar a dejare saber nuestra opinión, solo dan por sentado que las cosas son y deben hacerse como ellos dicen en el momento que las dicen, siempre he pensado que es algo que debemos dejar bien claro desde el inicio de la relación, hacerle saber a la pareja que no nos casamos con nuestro padre, para recibir ordenes, esto es lo que al final ocurre, que las “opiniones” se convierten en ordenes y se supone que tu debes de cumplir lo que dicen.
Y si, tienes toda la razón, el dialogo, la comunicación con este tipo de personas es imposible, solo hay que dejar que de una u otra forma, se den cuenta que en algunas ocasiones, también nosotras tenemos la razón y sobre todo e derecho de opinar.
Gracias mi amiga por tu presencia en nuestro portal de amor, te esperamos.
Amiga siempre:
Amanecer cautiva.
Este es un problema que tienen muchas personas y esto les traen muchos problemas.
No escuchan a nadie y ellos son el universo en su totalidad.
Casualmente el Martes estaba yo construyendo o estoy haciéndole unas mejoras
a mi casa y fui a dar una opinión al constructor y me salio malcriado hacia atrás.
Le dije que lo menos que yo hacia era dar opiniones en trabajo de otras personas,
pero como yo soy el que estoy pagando me honra el deber y el derecho de opinar
Salio maldiciendo y se fue de mi casa. Aunque yo no pueda hacer fuerza por la condición
de mi salud, termine el trabajo junto al primo de mis hijos y todo quedo muy bien. No
obstante la hermana mía me pidió una sugerencia para ver quien le podía instalar una
puerta en su casa y le dí el nombre de el. Yo soy persona de no guardar rencor a persona
alguna, eso lo aprendí de mi madre a muy tierna edad y aun me recuerdo de eso.
Pero esas personas que no aceptan opinión y solo ellas están muy bien, hay que ignorarlas
y dejarlas que ellas sigan con su vida, como la única coca cola del desierto. Es muy bonito
cuando uno se sienta con otra persona y dialogan en cuando a opiniones diferentes se refiere.
Pero como dice el escrito estas personas están llenas de inseguridades y poca confianza en las demás personas.
Muy bonito su escrito mi amiga Amanecer cautiva del amor. Las amo….Muuuaaah…José
AMIGO JOSÉ A. PIZARRO:
Ni mas ni menos, no escuchan y cuando lo hacen se burlan de las personas, porque llegan a creer que nadie sabe tanto como ellos, o se confían tanto de su experiencia y sus conocimientos que no escuchan razones u opiniones de ninguno, en el caso de esa persona que no te escucho lo que le sugerías, no tomo en cuenta que eras tu la persona mas interesada en que las cosas quedaran bien, eso lo hace una persona prepotente, sobran personas así, no es que no se dan cuenta que en muchas de las veces, el mayor daño que hace es así mismas, en tu caso lo recomendaste con tu hermana para otro trabajo, en mi caso y no que tenga rencor, sencillamente me olvido de persona de ese tiempo, porque al final resultan ser personas nocivas que no aportan nada positivo.
Gracias por tu presencia en este nuestro portal de amor.
Amiga siempre:
Amanecer cautiva.
Llevo 18 años trabando con personas-mujer (son el 90% de la plantilla). He observado que muchas veces (no todas pero un número significativamente alto), ANTE una persona-hombre las mujeres siempre quieren tener la razón como acción posicional. Entre ellas siempre se dan la razón sí o sí, ante el argumento de un hombre (confianza). En cambio, debido a la milenaria desconfianza natural de la mujer para con el hombre (triste, acabará con las relaciones), en cuanto un hombre hace o dice algo no dedican ni un minuto a pensar que el otro pueda tener razón sino que reaccionan (en vez de responder o pensar). Saltan de golpe y buscan la contra, es igual que la otra persona haya dicho que 2+2 son 4..buscarán la manera de decir que no es cierto, que 4 es 5-1. Esto me produce tristeza, como persona andrógina e hipersensible. Cualquier opinión la convierten en un juicio. Se lo toman automáticamente como una afrenta. Y no se puede seguir argumentando, ya estás condenado de antemano. Y no he entendido nunca esto, porque considero a las personas-mujer más sensibles, en general, que los hombres. Las excepciones las veo en compañeros masculinos que son excesivamente sumisos, tímidos y superficiales y poco dados a la comunicación. Éstos veo que no tienen el problema aludido. También como excepción, tengo ex y amigas que están de acuerdo en lo
que digo y que empiezan a ser conscientes de tema.
Otros temas como que cuando hay un conflicto en el trabajo entre hombre y mujer, las compañeras dejan solo al hombre y no le apoyan (apáñatelas, eres un hombre) para nada y miran para otro lado (si es entre mujeres es diferente), los dejo para otro momento.
Un saludo a tod@s
Llevo 18 años trabando con personas-mujer (son el 90% de la plantilla). He observado que muchas veces (no todas pero un número significativamente alto), ANTE una persona-hombre las mujeres siempre quieren tener la razón como acción posicional. Entre ellas siempre se dan la razón sí o sí, ante el argumento de un hombre (confianza). En cambio, debido a la milenaria desconfianza natural de la mujer para con el hombre (triste, acabará con las relaciones), en cuanto un hombre hace o dice algo no dedican ni un minuto a pensar que el otro pueda tener razón sino que reaccionan (en vez de responder o pensar). Saltan de golpe y buscan la contra, es igual que la otra persona haya dicho que 2+2 son 4..buscarán la manera de decir que no es cierto, que 4 es 5-1. No se toma en consideración el argumento sino que simplemente se reacciona con argumentos que no tienen nada que ver o se pasa directamente al ataque. Esto me produce tristeza, como persona andrógina e hipersensible. Cualquier opinión la convierten en un juicio. Se lo toman automáticamente como una afrenta. Y no se puede seguir argumentando, ya estás condenado de antemano. Y no he entendido nunca esto, porque considero a las personas-mujer más sensibles, en general, que los hombres. Las excepciones las veo en compañeros masculinos que son excesivamente sumisos, tímidos y superficiales y poco dados a la comunicación. Éstos veo que no tienen el problema aludido. También como excepción, tengo ex y amigas que están de acuerdo en lo
que digo y que empiezan a ser conscientes de tema.
Otros temas como que cuando hay un conflicto en el trabajo entre hombre y mujer, las compañeras dejan solo al hombre y no le apoyan (apáñatelas, eres un hombre) para nada y miran para otro lado (si es entre mujeres es diferente), los dejo para otro momento.
Un saludo a tod@s
Llevo 18 años trabando con personas-mujer (son el 90% de la plantilla). He observado que muchas veces (no todas pero un número significativamente alto), ANTE una persona-hombre las mujeres siempre quieren tener la razón como acción posicional. Entre ellas siempre se dan la razón sí o sí, ante el argumento de un hombre (confianza). En cambio, debido a la milenaria desconfianza natural de la mujer para con el hombre (triste, acabará con las relaciones), en cuanto un hombre hace o dice algo no dedican ni un minuto a pensar que el otro pueda tener razón sino que reaccionan (en vez de responder o pensar). Saltan de golpe y buscan la contra, es igual que la otra persona haya dicho que 2+2 son 4..buscarán la manera de decir que no es cierto, que 4 es 5-1. Esto me produce tristeza, como persona andrógina e hipersensible. Cualquier opinión la convierten en un juicio. Se lo toman automáticamente como una afrenta. Y no se puede seguir argumentando, ya estás condenado de antemano. Y no he entendido nunca esto, porque considero a las personas-mujer más sensibles, en general, que los hombres. Las excepciones las veo en compañeros masculinos que son excesivamente sumisos, tímidos y superficiales y poco dados a la comunicación. Éstos veo que no tienen el problema aludido. También como excepción, tengo ex y amigas que están de acuerdo en lo
que digo y que empiezan a ser conscientes de tema.
Otros temas como que cuando hay un conflicto en el trabajo entre hombre y mujer, las compañeras dejan solo al hombre y no le apoyan (apáñatelas, eres un hombre) para nada y miran para otro lado (si es entre mujeres es diferente), los dejo para otro momento.
Un saludo a tod@s