Mucho de lo que nos sucede es por culpa de nuestras creencias y las cosas que asumimos. Y desafortunadamente, esas creencias nos limitan, nos impiden crecer y progresar en la vida, incluso ser felices. Asumimos las cosas que están mal, y pasamos rumiando todo el día sobre el un problema determinado, al final de un período, si no conseguimos lo que queremos o creemos que necesitamos, la frustración nos enferma.
Imagina que estás en la comida y recibes una llamada de alguien que te comenta que tu pareja te engaña, ¿cómo crees que va a caerte la comida?, seguramente mal; puedes indigestarte, o tener un ataque de hígado. Si no eres consciente de lo que ocurrió antes del síntoma, probablemente le eches la culpa al guisado, que era demasiado pesado, grasoso, o las verduras estaban mal cocidas… Pero si vives lo suficientemente despierta como para ser consciente de todo lo que te sucede y las emociones que sientes, enseguida comprenderás que la indigestión es la causa de “no digerir bien las infidelidades de tu pareja.”
En este ejemplo es más que evidente, pero sucede a cada rato escuchas noticias por la radio o la televisión, oyes los relatos de la gente que trabaja contigo, o simplemente compartes momentos con amigas, y todo lo que escuchas, observas, hueles, sientes y saboreas… todo esto se graba en tu inconsciente, asociándolo con experiencias anteriores, e influenciando tu forma de pensar, opinar, actuar y ser. Si crees que algo va a pasar, tiende a pasar, te predispone a que suceda o al menos lo interpretes así.
Hay muchas cosas que asumimos como verdades absolutas, pero que no lo son realmente… o mejor dicho, no tendrían por qué serlo. Pues si no las asumiésemos como tales, tal vez actuaríamos de forma diferente.
Si crees que no eres capaz de lograr algo, seguramente no lo logres. No porque no seas capaz de ello, sino porque desde el principio asumes que no podrás. Las personas que se ven capaces de lograr grandes cosas, suelen conseguir llegar más lejos que las que no. No eres tan diferente de otras personas a las que te gustaría parecerte. Lo que provoca el éxito no es que alguien esté en una situación privilegiada, sino su forma de ver las cosas, las emociones que tiene, su decisión de creer en sí mismo. Cree en ti, cree tu belleza, cree en tu inteligencia, y cree en tu persona. Serás más feliz y te irá mucho mejor.
Podrías continuar creyendo que no vales para nada, o que hay cosas que nunca podrás lograr, estudios que no podrás completar, trabajos que no podrás conseguir… Pero mejor sería comenzar por aceptar que el tiempo es aquí y ahora, que la vida es un escenario maravilloso al que venimos para experimentarnos y que tenemos derecho a ser felices.
Podrías serlo, si vas a asumir algo, que no sea algo negativo, prueba asumir que eres bella y capaz… todo comienza por tu forma de verlo.
© Autor:Â Chuchi González.
Querida Chuchi:
Gracias por tus reflexiones gracias a ellas podemos hacernos revalorar lo que pensamos de nosotras mismas, de lo que nos dicen los medios de comunicación y amigos, que generalmente es caos y terror. Dios en su infinito amor nos muestra otra realidad, la del amor, amar primero al ser Supremo, amarnos nosotras mismas, valorarnos y en ésta medida podremos irradiarlo a todo lo que nos rodea, cambiando nuestro entorno y disfrutando el maravilloso universo creado para nuestro bienestar. De nuevo infinitas gracias a la autora de éste artículo y a las demás colaboradoras de éste blog, que la sabiduría siga fluyendo en su sus escritos para que puedan ayudarnos, alentarnos ..a ser mejores seres humanos, mujeres seguras de si mismas y felices.