¿Te encantaría despertar en la mañana y encontrar tu pancita lisa como una tabla? ¿Lucir blusas cortas sin miedo a que la llantita se escape? ¿Andar en bikini sin meter el vientre hacia adentro? Claro que sí, ¿a quién no? Pues no resulta tan difícil como lo crees, solo debes comenzar a prestarle a atención a algunos hábitos y emociones recurrentes.
Las mujeres almacenamos más grasa visceral que los hombres, porque es necesaria para la adaptación biológica, la grasa que protege a nuestro vientre se prepara para gestar vida, tiene un propósito, con el tiempo y las malas costumbres la grasa se vuelve rebelde y perdemos esa protección inicial y se transforma en fuente de peligro, pues cuando la grasa es superior a lo normal significa que tus órganos están envueltos de ella y no funcionan con óptimos resultados.
A lo que la naturaleza nos ha regalado se le agrega la tan conocida mala digestión, el tránsito lento, y la distención abdominal. Cada día más y más mujeres sufren de estos síntomas, y los médicos medican contra colitis, gastritis, estreñimientos. Lo cierto es que todo lo que se descompone en nuestro cuerpo comienza con el aparato digestivo. Todo lo mal administrado tiene su punto de partida en el estómago, colón, intestinos. Los especialistas hablan de que también tenemos un cerebro en la panza, claro no piensa, pero si comprende de emociones, y cuando nos encontramos alterados, estresados, enojados, preocupados, todo repercute ahí.
Es cierto que gimnasia y dieta son elementos fundamentales a la hora de lucir un vientre plano, pero la paz y el equilibrio interior no se quedan atrás. Lo que comes habitualmente un día cualquiera podría caerte fatal, cosa que ocurre si en medio de la tu digestión recibes una llamada con una mala noticia, te enojas con alguien o simplemente decides pensar en esos problemas recurrentes que parecen no tener solución. El contexto en el que comemos es tan importante como los alimentos que ingerimos.
Lo interesante de esto es conocer que lo que metes en tu cuerpo no sólo son carbohidratos, proteínas o grasas… son emociones; ¿cómo es tu manera habitual de comer?
Manos a la obra…
Cómo conseguir un vientre plano:
- Escoge un lugar agradable en que comer, lejos del estrés, la televisión, los noticieros o compañía de personas que no te caen bien.
- Mastica cada bocado sesenta veces antes de tragarlo.
- No consumas agua mientras comes, hazlo 15 minutos antes o 15 minutos después, para que de este modo puedas evitar que se generen más jugos gástricos, y la digestión se haga más lenta o pesada.
- Realiza actividad aeróbica, todos los días. No es necesario ir a un gimnasio, en YouTube puedes encontrar infinidad de canales de entrenadores personales que suben rutinas diarias cortas e intensas que te ayudaran muchísimo, puedo recomendarte a Fausto Murillo, Elena Malova (mi preferida) o Dadikissa  entre otros muchos más que puedes encontrar.
- Medita, regálate 15 minutos cada jornada para estar en silencio y escuchar tu voz interna.
- Prueba consumir sopas de avena integral orgánica por la noche, la avena desinflama, adelgaza, nutre, es laxativa, y depurante; el doctor Miquel Pros de España, ha escrito un libro ya hace más de 20 años en los que relata los beneficio de su consumo.
- Hazte masajes circulares, de dos a tres veces por semana, con un aceite de cítricos para drenar.
- Y sé feliz, busca eliminar las fuentes de estrés, las relaciones que no funcionan déjalas a un lado, vive intensamente, porque nadie sale vivo de esta vida, y por eso merece disfrutarse.
Conseguir un vientre plano es muy fácil si hay fuerza de voluntad y poner en su pensamiento una meta para lograrlo. Lo primero es comida saludable con dieta por un nutricionista. Luego buscar un estrenado que le haga un listado de los ejercicios que debe hacer ya sea semanal o tres días a la semana.
Y verán como logran un vientre plano en tres meses Por último y lo mas importante es mantener esa nueva clase de vida. Así tendrán una buena salud y un bonito y esterilizado cuerpo.
Gracias por tan instructivo artículo que nos trae nuestra amiga Chuchi. Un placer el estar en su casita, las amo su amigo.
José