Todo está en tu mente. Explicación e instrucciones para mejorar

Todo está en tu mente. Todo está al alcance de tu mano. Cuando te das cuenta de ello y piensas en el poder que tiene tu forma de pensar, puedes tener dos clases de pensamientos:

• Pensamientos alentadores que nos lleven a perseguir nuestros sueños.
• Pensamientos de desánimo, porque si todo depende de tu mente sientes indignación de haber logrado tan poco.

Lo cierto es que la ciencia, y la neurociencia afirman es que toda vida comienza con un pensamiento. Imagina todo lo que has creado para ti misma, ha empezado desde un pensamiento que has tenido. El pensamiento puede ser consciente, pero la mayoría de la creación está en manos de lo desconocido: el inconsciente. Por eso en la mañana nos levantamos con la firme decisión de hacer la dieta, ir al gimnasio, no enojarnos, mantenernos calmadas, no llamarlo… y a mitad del camino nos vemos haciendo todo diferente.

Todo comienza con un pensamiento:

Tanto si tienes pensamientos poderosos y alentadores, o negativos y dramáticos, tu vida está enmarcada, o dirigida por esos mismos pensamientos. Incluso por aquellos pensamientos que ni sabes que piensas porque están en lo desconocido de ti misma, en la fuerza de lo invisible.

Entonces si todo empieza por un pensamiento y hoy tu vida no es precisamente la materialización de pensamientos de poder, ¡cambia de pensamiento!

Según cómo pienses serán tus resultados:

Decirlo así suena muy fácil. Y quizás lo sea. Pero en la práctica no resulta tan sencillo puesto que cada pensamiento involucra otras situaciones. Es decir, debemos aprender a borrar el camino hecho para no seguir caminándolo. Pensar lo mismo siempre es andar el mismo camino, con la pretensión de llegar a otro destino. Lo hacemos por ignorancia. Pero eso es lo que nos lleva a la frustración. Seguimos una misma ruta para llegar a otro continente. Absurdo.

Cuando pensamos, automáticamente decidimos, y esa decisión conlleva a una conducta que nos permite vivir una experiencia que nos provee de una emoción; detrás de este proceso de creación de realidad, se encuentran presentes conexiones cerebrales, químicos cerebrales, expresiones genéticas, proteínas. Ahí está la fábrica y la farmacia química de nuestro cuerpo.  Ellas son las responsables de lo que sentimos a partir de lo que pensamos y a su vez de lo que sentimos y por ende de lo que pensamos y así infinitamente.

Si desde que inicias el día piensas que la vida es terrible, que la gente es traicionera, que no puedes, que te sientes sola… ¿Qué decisiones crees que tomarás? Las que de vivir a la defensiva, con cuidado y alerta; situación que te llevará a tener una conducta de precaución al extremo; tal vez introvertida o distante; que te hará experimentar eventos de estrés, de soledad, que te harán sentir miedo, fracaso, decepción.  Si un día te vives de esa manera no sucede nada, pero si este proceso de realidad lo multiplicas por décadas, tu realidad será la misma siempre. Porque estarás andando el mismo camino una y otra vez en forma automática.

Vivimos en piloto automático, dices “hoy confío en toda la gente” y sales a la calle; pero por un evento menor, como que alguien toca de más el claxon, te vuelven los pensamientos de siempre.

Puedes cambiar tu forma de pensar, ¡que sí!

Pese a todo, es un hecho de que podemos transformar nuestra realidad. De que el poder de tu mente puede incluso transformar tu materia, tu biología. ¿Acaso no has escuchado cuando alguien observa a un anciano  que decimos que en sus arrugas está el paso de su experiencia? Por supuesto que tu rostro evidencia tus pensamientos.

Sería de ánimo, si nos compartes los cambios que vas obteniendo.

© Autor: Chuchi González.