No es nada grato enterarse de que un hijo ha estado participando en acoso escolar, haciendo bullying, metiéndose con otro niño y haciéndole la vida miserable. Queremos creer que nuestros hijos son perfectos, o al menos buenos, que no harían cosas malas como estar pinchándole y atacando constantemente y haciendo bullying a otro niño. Por eso, para prevenirlo, tienes que ser consciente de que tú también tienes un papel importante en su comportamiento, y que puedes hacer mucho por evitarlo.
¿Qué es bullying?
A día de hoy, “bullying” aún no aparece en el diccionario, pero su utilización es cada vez más frecuente en español. El concepto refiere al acoso escolar, hostigamiento, conducta agresiva y a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico de un individuo (generalmente niño escolar) hacia otro; cosa que repite una y otra vez con el fin de causar un daño premeditado a este.
7 consejos para evitar que tus hijos participen en bullying:
Consejos para padres y madres, educadores de la familia, e incluso, en ocasiones, hijos mayores con bastante diferencia de edad. Cómo evitar que los hijos participen en el acoso escolar, acoso de otros niños, sea donde sea, o lo que hoy en día llamamos, “bullying”.
1. El bullying es tema serio:
Asegúrate de que tus hijos comprenden que el bullying no les está permitido, ni en casa, ni en el colegio, ni en ningún sitio. Deben saber que te lo tomas muy en serio, y que habrá castigo por acosar a otros. Si tienes que castigarlos, que sean castigos significativos; por ejemplo, si les pillas acosando por email, WhatsApp o Facebook, el castigo debiera suponer un largo tiempo sin móviles, tabletas e internet. Si un hijo se comporta agresivamente y está acosando a hermanos, debes poner un punto final a ese comportamiento. No castigues con violencia o insultos, y enséñale modos alternativos de reaccionar, como por ejemplo, en lugar de meterse con un niño que le parece ridículo, marcharse de ahí dejándolo estar.
2. Enséñales a tratar a los demás con respeto:
Deben comprender que no está bien ridiculizar a otros por sus diferencias, sean de raza, religión, apariencia, posición social, sexo, estatus económico, o lo que sea. Intenta inculcarles el aprecio por las personas que son diferentes. Las personas somos diferentes, tenemos diferentes formas de hacer las cosas, de reaccionar, de ser, y estamos en diferentes situaciones… cada cual tiene su transformo y deben intentar comprender y abrazar las diferencias, no atacarlas.
3. Hazles cuestionar su mal comportamiento:
Cuando descubras a tus hijos comportándose mal, de forman incorrecta y abusiva con otro niño, ten una charla seria y a solas con él. Intenta no mostrarte juiciosa, y pregúntale el motivo de su comportamiento, si de verdad le parece inteligente, sabio o correcto. Quieres que se comporte bien, no por miedo a tus castigos, sino porque sabe diferenciar y comprender qué está bien y qué no.
4. Motívales a ser mejores:
Incentiva sus buenas reacciones, alábale cuando ayuda a los demás, cuando los defiende y cuando se muestra comprensivo. ¿Quieres tener un buen hijo, que no sólo no haga bulling sino que también sea de buena influencia cuando sea mayor? Ayúdale a verse como alguien valioso que puede ayudar a otros a no sentirse rechazados y defectuosos. Enséñale que puesto que él tiene valor no debe atacar a los demás sino ayudarles y defenderles. De este modo, incluso le estarás enseñando a ser un líder positivo en la vida, cualidades que le ayudarán en el trabajo y sus futuras relaciones.
5. Presta atención a sus amistades:
Puede que sus amigos le estén influyendo de manera negativa. En ocasiones es posible que sea conveniente hablar con los profesores o demás padres, juntos se puede lograr más. Si es necesario, considera alguna forma de ayudarle a cambiar de amigos. Siempre hazlo de forma positiva, sin querer parecer juiciosa, pues no le quieres a la defensiva. En cierto modo, pese a ser niños, hay que tratarlos como adultos.
6. Dedica tiempo a estar con tus hijos:
Tus hijos te necesitan, necesitan de tu tiempo, de tu liderazgo y tu atención. Al dedicarles tiempo puedes enseñarles, guiarles y convertirte en una mayor influencia positiva para sus vidas y desarrollo social.
7. Sé de buen ejemplo:
Esto es primordial, y si hay algún mal comportamiento del hijo con otros niños, has de preguntarte si acaso no has establecido, sin darte cuenta, un mal ejemplo. Cuida de lo que hablas, críticas y dices en casa. Nunca recurras a insultos o palabras feas, ni hacia tus hijos, ni a otros familiares o amigos tuyos. Los niños lo absorben todo de los padres, y sin darte cuenta puede que recojan y exageren un comportamiento negativo que han aprendido de ti. Tener hijos es un buen motivo para crecer como persona y ser mejor día a día. Intenta serlo, controla tus frustraciones y reacciones. Intenta ser una persona conciliadora, que sabe cómo actuar cuando algo va mal o alguien hace algo que no te ha gustado. Tu ejemplo es biblia para tus hijos, no lo ignores. Siendo de buen ejemplo no sólo ayudarás a tus hijos, sino a ti misma.
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Siempre pongan lo mejor de sí mismas en sus hijos y su educación. En todo momento, incluso cuando hablamos por teléfono con una amiga, les estamos educando con nuestras actitudes y expresiones. Cuanto mejor personas logremos ser, mayor será la probabilidad de que sepamos inculcarles a nuestros hijos a respetarse unos a otros, a ser líderes y a triunfar de forma positiva en la vida. Con mis mejores deseos,
© Autor: Shoshan.