¿Cómo vivir en paz y armonía con los demás, si el mundo está lleno de problemas, desencuentros y malinterpretaciones? 5 consejos para vivir, pese a todo, en armonía con los demás:
Todos estamos como inmersos en el río del estrés, histéricos porque cada día la vida está más difícil, porque los obstáculos se multiplican, porque no llegamos a fin de mes, porque la pareja comienza a darnos problemas, porque los niños se portan mal… y en definitiva, comenzamos a ver que la vida alcanzada dista de lo que soñamos alguna vez para nosotros.
¿Cómo vivir en armonía con los demás?
1. Tener armonía interior:
El primer punto a plantearnos es si nosotros vivos en armonía con nosotros mismos, porque será muy errado pensar que si en mi interior hay desequilibrio podré entablar relaciones afectuosas de sosiego con los demás. Quizás éste sea el punto clave: la desarmonía cotidiana no tiene que ver con nadie más que con nosotros mismos. ¿Estamos contentos? ¿Estamos desarrollándonos plenamente? ¿Nos permitimos disentir con los demás? ¿Sabemos expresar lo que sentimos?
Para poder comunicarnos asertivamente con los demás, primero se necesita el encuentro íntimo y personal con uno mismo. Saber quiénes somos y lo que anhelamos.
2. No necesitar aprobación:
Si estamos en paz con nuestro YO, este punto es de acción inmediata, renunciamos a la necesidad de aprobación; sabemos que es grato que nos aplaudan pero si no lo hacen podemos vivir igual de tranquilos. Dejar de estar pendiente de los demás, de pretender que nuestras ideas coincidan con la mirada de la pareja, padres, compañeros de trabajo, aceptar las diferencias sin ofuscarnos; no creer que es válido nuestro pensamiento sólo si es avalo por quienes amamos.
3. Conocernos a nosotras mismas:
Principalmente, aprender a escuchar lo que sentimos. De esta manera, no generaremos acuerdos ni compromisos que luego no querremos cumplir, acuerdos que realmente nunca los deseábamos pero a los que dijimos que sí por temor a que el otro se sienta mal. Â Un “no” a tiempo es mejor que un “sí” ficticio.
4. No todos tienen que opinar igual:
Es importante no tomar las cosas como una agresión cuando lo que el otro dice no me gusta. Hay que dejar de creer que somos el ombligo del mundo, aceptar que cada quién tiene libertad de pensamiento, y si alguien piensa diferente no es para molestarnos ni incordiarnos. Si vivimos a la defensiva es porque primero en nosotros hay pensamientos de ofensa.
5. Saber escuchar:
Escuchar con amor, no pretender dar la respuesta exacta, ni dar consejos y opiniones… sólo escuchar, sin adelantarnos, sin apresurarnos: sólo escuchar. Porqué quien habla, habla para ser escuchado, para ser captado en su integridad, si nuestra ansiedad por apoyar interrumpe al otro, terminaremos estorbando.
© Autor: Chuchi González.