A veces damos importancia a todas las cosas del mundo menos a lo que tenemos para siempre: nuestro cuerpo. Debiéramos prestarle más atención, y cuidarlo.
¿Haces ejercicio? ¿Cuidas tu alimentación? ¿Duermes lo suficiente?
¿Sabes que tu cuerpo es un templo que guarda la esencia de tu ser? Piensa en un bello templo, imagina, que así es tu cuerpo… ¿Cómo son sus paredes?, ¿su cúpula?, ¿su techo?, ¿de qué colores?, ¿hay vitrales?, ¿imágenes?, ¿y flores?
Tu cuerpo es un templo que guarda la esencia elemental que eres: tu autenticad… tu verdadero SER. Permite que tu alma se exprese en el plano físico y pueda vivir y experimentar sus aprendizajes.
¡Tu cuerpo importa!
A menudo olvidamos el cuerpo, creemos que todo depende de la cabeza, que desde ahí dominamos la vida, y sometemos al resto al olvido y a la desdicha… Pero, ¿verdad que sin tu cuerpo no podrías hacer casi nada de lo que haces? ¡Tu cuerpo importa, muchísimo!
¡Cuida tu cuerpo!
¿Cómo lo tratas en el día a día? ¿Le das tiempo para expresarse? ¿Le permites llorar de sufrimiento?, ¿gritar de alegría?, ¿o gemir de placer?
Lo dudo. Â Nuestra mente racional tiende a limitarnos la libertad que sentimos para mostrarnos tal como nos sentimos; constantemente guardamos y escondemos sentimientos para cuando no haya nadie, y luego parece como si la amnesia nos ganase, y quedamos calladas haciendo una vida en modo automático. Ahí quedan tus emociones, atragantadas, guardadas y recluidas a la represión.
No descuides tu cuerpo:
Tu cuerpo carga con la consecuencia de todas aquellas palabras que nunca te atreviste a decir, el amor que jamás corriste el riesgo de mostrar, el miedo que te carcome y no escuchas.
Tu cuerpo es un templo sagrado, que castigas con comida mal preparada, con alimentos tóxicos, con excesos de azúcar, grasas, toxinas, medicinas… y otros tanto…
Presta atención a tu cuerpo:
- ¿Cuánto hace que no reparas en tu cuerpo? ¿Cuánto hace que no lo miras y le agradeces?
- Tu cuerpo te permitió parir a tus hijos…
- Tu cuerpo te permitió encenderte de gozo en el amor…
- Tu cuerpo te permitió saber lo que es perder a un ser querido y que se instale la tristeza…
- Por él has recorrido caminos, conocido lugares… Aprendido sabores, disfrutado colores, texturas…
- Tu cuerpo es la herramienta que utilizas a diario para cocinar tus alimentos, compartir con tus amigos, sentir el abrazo fraterno…
Cuida a tu cuerpo… porque es el que le da alas a tu alma.
© Autor: Chuchi Gonzalez.
Muchas personas hacen abuso de su cuerpo y lo maltratan sin saber que el mismo no les pertenece a ellos. Es una propiedad de nuestro creador y para ÉL es un templo sagrado. Tendremos que rendir cuentas por las condiciones en que lo vamos a entregar.
Hay personas que ven que están echando unas libras y como que no les importa echárselas encimas, si supieran lo difíciles que son luego de quitárselas. Un cuerpo con menos libras es mas saludable y nos veremos mejor. Sé que hay personas enfermas que su cuerpo gana libras sin las personas quererlo.
Existen los gym y en la misma casa se pueden hacer ejercicios como en la oficina de trabajo también. Así que cuidemos a nuestro cuerpo que es lo que le da vida a nuestra alma. Gracias a nuestra amiga Chuchi por tan instructivo escrito. Las amo y quiero…José
APRECIADO AMIGO JOSÉ A PIZARRO.
Gracias amigo, por estar siempre pendiente de nuestros temas, gracias por una vez más, iniciar el tema que nos ha traído nuestra amiga Chuchi González.
Creo que en determinado momento de la juventud, se cometen errores que más tarde nos pasa la factura, se ven casos de muchas personas sufriendo por esas libras de más, es bien sabido que lo que más nos hace daño es lo que más nos atrae, pienso que se necesita de mucha voluntad para cuidar de los hábitos malos y a lo mejor cuidar mucho del amor propio, porque es bien sabido que siempre vamos a proteger lo que amamos, hay tanto que cuidar, no solamente el sobre peso, pienso que hay muchos hábitos malos que al suprimirlos, nos está evitando muchas cosas negativas. Gracias por tu siempre presencia en nuestro portal de amor.
Amiga siempre:
Amanecer cautiva.