Todos tenemos problemas, y a veces sentimos que son demasiados. ¿Cómo tratar con tantos problemas que vienen uno tras otro? Consejos y pensamientos para cuando tienes demasiados problemas como para poder afrontarlos.
Todos tenemos un montón de problemas:
¿Cuántos problemas tienes? ¿En qué áreas? ¿Con quién? ¿Con quienes? ¿Se repiten a menudo? ¿Son cíclicos? ¿Quién es responsable? ¿Son ajenos a ti? ¿Responden a las circunstancias?
Seguramente la mayoría podríamos dar respuestas similares a estos problemas. Todos tenemos muchos problemas, es decir, más de uno: en el área del amor, en el trabajo, con la familia, con nuestro cuerpo, con amigos, en relación a los sueños, viendo los aconteceres de la política y la economía, incluso con nuestros ideales… Y a veces, pensando en tanta cosa estamos muy despiertos, y gritamos, haciendo mucho ruido, y en otras ocasiones, por el contrario, estamos serenos, callados y aletargados.
“Son otros quienes nos provocan los problemas”:
A veces sentimos que todos los demás son los “culpables”: el jefe exigente y autoritario, las infidelidades de las parejas, las mujeres fáciles que se roban a los hombres, los niños que no entienden nada, el dinero que no alcanza porque los precios suben a cada instante… nosotros mismos que no ponemos límites, que decimos una cosa y luego actuamos haciendo lo contrario a nuestros propios sueños, pero por lo general, consideramos que la culpa la tienen los demás, todos ellos, ¿verdad que sí? Por lo tanto, la felicidad, la dicha, la armonía y la dicha se reducen sólo y únicamente, a palabras imposibles de ponerlas en acción.
¿Y si tus problemas no son tantos?
Pero ¿qué sucedería si te digo que estás inmerso en una mentira? Incluso si llego a asegurarte que no tienes MUCHOS problemas, ¿qué pensarías? ¿Qué te estoy mintiendo? ¿Se dispararía la cadena de juicios automáticos en relación a las personas que te mienten, tu pareja, hijos, o gobernantes? Y ahora, YO. Y con ello verías lo mismo, y materializado: no tienes muchos PROBLEMAS, porque en realidad sólo tienes UNO. Siempre se trata del mismo problema, proyectado en diferentes rostros.
En el caso que te doy arriba, si, por ejemplo, uno de los múltiples problemas que crees tener sería la mentira, podrías ponerte a pensar que el problema es que te mienten o que la gente en tu entorno es mentirosa. Pero en realidad, es más bien algo más sencillo: que atraes a la mentira. Por lo general, casi todos nuestros problemas se abrevian en uno, porque en cierto modo, vienen de la misma raíz.
Sólo tienes un problema, no muchos:
Bien, entonces sólo tenemos UNO, desde ya. Es mal alentador que sabernos inmersos en muchos, pero si es el ÚNICO problema que tenemos, ese problema acaba creciendo y se refleja en otras áreas de la vida con discursos que lo hacen peor aún: “no sé”, “no puedo”, “no debo, y “no tengo”…
Si tu problema es uno, es más fácil detenerlo:
Si tu recurrente problema es la mentira; para. Di “STOP”, analiza… ¿En qué te mientes? ¿A quién o quienes mientes? Callar lo que sientes es una forma de mentir. Aguantar y fingir que todo está bien otra forma de mentir, así que piensa en que te mientes, y cuando lo descubras verás como se desvanece ese problema en tu vida porque ya no necesitarás tener maestros en cada esquina.
© Autor: Chuchi Gonzalez.
En este mundo el que no tiene problemas no es una persona feliz. El primer problema que se nos
viene encima es, el haber nacido en este tiempo tan lleno de tantas amarguras y tropiezos. Este
es el principio del fin de los últimos tiempo.
Como dice Chuchi nuestra colaboradora hay veces que somos nosotros mismos que nos llenamos
de problemas y sin embargo lo que tenemos es uno. Hay que aprender a canalizar los problemas e
ir resolviendo uno a uno. El que no podamos resolver al momento dejarlo para último lugar.
También tenemos la ayuda de nuestro ser celestial Jehová dios, el cual nos hecha la mano de vez
en cuando, pero tenemos que también luchar con ellos nosotros mismo primero. Siempre pensemos
que ellos no viene solos a nuestra vida. Nos los buscamos y como duelen a veces, el saber que una
decisión bien tomada pudo haber evitado el mismo. Yo he aprendido a valorar mis problemas y sé que
ellos tiene una solución y he ido uno a uno y siempre tengo uno y si no me lo traen para que ayude a
dar un buen consejo para resolverlo.
Gracias otra vez a Chuchi por tan instructivo articulo y dejarme aquí en la casita..Las quiero….José