A veces nuestra familia es nuestra mayor pesadilla

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Muchas veces las familias pueden ser una gran bendición, pero otras tantas veces, acaban siendo nuestras peores pesadillas.

Tenemos familias complicadas:

Nuestras familias son difíciles de entender, y más aun, difíciles de llevar.

Muchas veces han sido ellos mismos quienes nos ha hecho sentir que somos basura. Sabes que no te dan tanto como tú les entregas a ellos: Todo ese amor y dedicación que tienes para ellos, no les vale, les es insuficiente… Porque no ven tu esfuerzo y viven sus propias vidas sin importarles cómo estás.

Cuando das amor, esperas recibir, aunque sea algo:

Haces mucho por la familia, les dedicas tiempo, esfuerzo, a veces incluso parte de tu limitada economía…  ¿y qué esperas recibir a cambio? Tal vez no mucho, pero al menos reconocimiento y agradecimiento. Pero cuando no recibes nada, duele. Claro que duele, porque nos hace sentir que no somos parte de ellos, que no pertenecemos a sus vidas, que se aprovechan de nosotras y no valoran nuestro esfuerzo.

La familia, bendición o motivo de pesadilla

La hermana que nunca contesta:

Esto ocurre incluso entre hermanas. Una hermana que te envía saludos, mensajes de ánimo, que frecuentemente pregunta por ti, tu salud, y por el bienestar de tu esposo e hijos… Con ello, en realidad está diciéndote “Te amo y me importas. Quiero verte, saber de ti, que me respondas una de las miles veces que te envío un saludo o un mensaje de interés en ti”.

¡Pero es muy triste! ¿Cómo vas a estar siempre pidiendo que te quieran? El amor no se mendiga, el amor se entrega sin más.

A veces la familia nos deja de lado:

Muchas veces nos preguntamos por qué nuestras familias nos dejan de lado, por qué algunos sí que importan, y a otros, ni la hora nos dan.

Déjame decirte que tú no eres el problema, son ellos. No tienen capacidad de ver y valorar lo que les ofreces. Aquellas personas de tu infancia que tienes en mente ya no son los mismos, dejaron de ser esas personas, son otros. El tiempo nos cambia, y ellos han cambiado, han ido por otros caminos y ya no hay esa relación de complicidad que una vez hubo…

¿Que la familia es eterna?

Eso son cuentos que uno quiere creer para que no nos duela la indiferencia. Con los años, todos cambiamos, y a veces incluso nos distanciamos.

La familia cambia, tú también lo harás:

Es natural cambiar, pero procuremos que sea para mejor, para estar con los que siempre hemos amado, esas personas son nuestra familia. Aunque parezca que se amplíe el distanciamiento, tú sigue adelante con ese sublime amor que te lleva a preocuparte por ellos. Dios te dio esa parte de tu vida, no son como tú desearías que fuesen, pero no se pueden cambiar. Haz lo correcto, sé la buena hermana, madre o hija que sabes ser… y no te preocupes demasiado por lo que recibes a cambio.

Aun así…

Duele que la familia pase de ti:

Duele que te fallen,
duele sentirse el olvido y la indiferencia…
duele que sólo se acuerden de ti cuando quieren algo.

Lloras por eso, claro que sí.
Es un buen motivo para hacerlo.
Duele, y mucho.

Comienza a poner límites:

Seamos las mejores personas que sepamos ser, hagamos lo correcto y demos amor, porque es lo natural y lo que sentimos que debemos hacer… Pero poniendo límites, sin pasarnos de inocentes. A veces intentamos acercarnos a nuestras hermanas como si fuesen nuestras mejores amigas… cuando ya hace tiempo que dejaron de serlo. No nos ofendamos cuando veamos que no nos corresponden de igual modo. Y si dejaron de preocuparse por ti y sólo te utilizan, acéptalo y deja de esforzarte tanto; permite que extrañen aquello que dan por sentado de ti.

Si tus familiares te hacen mal, aléjate:

Hay ocasiones en las que tú eres un sol para tu familia, pero ellos son la nube negra que te da oscuridad y no te deja ver la luz del día. Cuando sea así, aléjate; no vivas con un recuerdo que ya es sólo eso… un recuerdo.

Vive a tu manera,
ve con amigos,
que con casi siempre son mejores
que la propia familia.

Si tienes a Dios en tu corazón,
deja que sea él quien los ponga en su lugar.

Aunque te duela el alma,
sal de ese círculo vicioso,
y trata de estar en paz con todos.

La familia debería estar siempre unida, pero no

Ya no los conoces:

Ahora son desconocidos, incluso desconsiderados contigo. Aunque sea tu propia familia, apártate de todo lo malo. Si no estás en sus pensamientos salvo para aprovecharse de ti, no sigas rogándoles amor, tiempo y cariños.

Vive tu vida:

Sé feliz, esta es la oportunidad perfecta para comenzar a hacer que tu vida merezca la pena. Muchas veces hay que perder para ganar.

 

Esta vez te toca perder y alejarte:

Empezar nuevamente a vivir sin ellos, el tiempo todo lo cura, y esas heridas que ahora sientes llegarán a cerrarse. Trata de no estar con ellos, haz tu propia historia. Idealmente todas las familias seguiríamos perfectamente unidas toda la vida. Pero no siempre sucede así. Si constantemente sufres sus desaires no te quemes más por ellos, aléjate y sigue adelante con tu vida, con un motivo menos por el que preocuparte.

 

Préstate más atención a ti misma:

Llegó tu momento de mirar al cielo y seguir con tu vida. Pon orden en tu cabeza y dale prioridad a lo que te hace feliz.

Pisa el dolor y sigue caminando en esto que se llama vida. Confía en Dios, pon en él tu esperanza, y acabarás descubriendo que tu mundo será diferente. Sé feliz, no te angusties por quien no sabe apreciarte. Pasa de quien te utiliza. Eres buena persona, mereces mejor.

© Autor: Shoshan


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3 comentarios en «A veces nuestra familia es nuestra mayor pesadilla»

  1. Esto es exactamente como me siento con respecto a mi familia. Siempre me estoy matando por ellos pero nunca es suficiente, siempre quieren más, y no hay ni un gracias. Me critican por todas las decisiones de mi vida, con quien estoy o quien no, que hago y que no, mientras ellos hacen lo que les da en gana. Me has hecho llorar, esto me pasa todos los días. Gracias, ¿conoces mi familia?

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  2. A mi me pasa exactamente lo mismo, mis padres peleando siempre, mis hermanos, ya los mandan mis cuñadas, nada es cómo antes y hagas lo que hagas te exijan más ¿Por ser la única con sentido común ?.
    Ya no quiero pensar en las fiestas que se aproxima, siempre están peleando, nunca se ponen de acuerdo, muchas pero muchas veces quiero estar lejos de todos y que se dejen de molestar, en mi caso mi familia ha sido mi peor pesadillas, nunca lo puedes hacer feliz, ya me di por vencida y cada vez me alejo más.
    ¿Qué hay que cuidar a los padres ? pos dale que sí, pero que no se aprovechen también al extremos de no tener vida propia,
    ¡Muy bien el articulo¡ voy a compartir con los míos a ver si así se van a la chingada.o abren los ojos y se comporten como debe ser, Personas maduras.

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  3. si la familia muchas veces piensan que unos les debe de por vida ellos solos les gusta recibir sin dar nada a cambio ni siquiera reconocimiento y peor aún atacan por la espaldaa con falsos testimonios diciendo lo contrario-describiendose ellos mismos pero montandosela al k da todo sin recibir nada a cambio.

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