Una caricia, un cariño incondicional a nuestros amigos

Amigos y amigas, qué bonito es tenernos unos a otros. Cuidemos nuestras amistades, son un gran tesoro, y son nuestros.

Las manos que tenemos
no deben ser utilizadas
sólo en nuestro propio bienestar,
sino también en servir,
en levantar al amigo caído,
y en arropar al que está decaído.

Nuestras manos
deberían servir para ayudar
a todo aquel que nos necesita.

La vida no es fácil:
las familias se alejan,
y quienes pensabas que nunca se irían
hoy ya no están.

¿Qué queda en tu corazón?

Tus socios, tus confidentes,
seres buenos…
¡Nuestros amigos!

Amigos que, aunque pase el tiempo sin verlos,
siempre están allí para cuando los necesites.
Tú los has escogido, nunca te darán la espalda.
Los amigos son así, están horas contigo,
hasta sacarte la tristeza del cuerpo.

“Amigos”

Qué chiquita palabra
para algo tan poderoso y necesario.

Recuerda:
No siempre será todo maravilloso,
existen momentos que nos sintamos defraudados
y quizás sea por nuestros mismísimos amigos.
Pero nunca los dejes de lado,
son los que siempre han estado, y estarán.
Los que nos han ayudado a levantarnos
en nuestra más absoluta soledad.

Los amigos son esas manos
que te acarician te abrazan
y te dicen que todo estará bien.

Hazte merecedor de ellos
y aprecia el tiempo que has compartido,
pues es un tiempo que nunca recupera.

Ni a ti ni a ellos les importa
no poder recuperar ese tiempo
que nos dedicamos unos a otros.

No nos importa,
porque lo que vale en esta vida
es ser generosos, sinceros,
leales, respetuosos…
unos con otros.

Esas palabras te llevarán a tener
amigos para siempre, para toda la vida,
porque ellos son esas estrellitas
que están allí siempre brillando para ti.

Ser amigos es fácil,
ser realmente un buen amigo,
cómo hermanos, eso es difícil.
Esa es lo que debemos proteger hoy,
mañana, y todos los días de la vida.

La amistad es la semilla
que nunca deja de florecer
con tus gestos y cuidados.

Si no lo hacemos,
no habremos hecho nada por ser merecedor
de personas tan especiales y maravillosas,
cómo lo son nuestros amigos y amias.