En la vida hay personas que brillan,
siempre están ahí, sin dudar.
En días tristes o con risa chispeante,
a mi lado no dejan de estar.
Hay quienes sólo piensan en sí mismos,
con sonrisas que no son verdad.
Pero tú, con tu sinceridad sin abismos,
haces que todo parezca más fácil de llevar.
Gracias por ser tú, sin máscaras,
por ser fuerte, fiel y leal.
Con amigos como tú, la vida abraza,
y todo mal se vuelve algo trivial.
© Shoshan
Todos conocemos a esas personas que son como rocas firmes en un río revuelto; siempre están ahí, sin importar lo difícil que se ponga la situación. Son esos amigos o familiares que te levantan el ánimo en los peores momentos, como el faro que guía a los barcos en la más oscura de las noches. Sin embargo, no todas las luces que brillan en la oscuridad son faros; algunas pueden ser espejismos. Hay quienes parecen querer lo mejor para ti, pero en el fondo solo buscan su propio beneficio. Es doloroso, pero es una realidad que a veces enfrentamos.
La clave está en afinar nuestro instinto, en escuchar esa voz interior que nos dice quién realmente tiene buen corazón y quién no. No es fácil, y a veces nos equivocamos, pero con el tiempo y la experiencia aprendemos a distinguirlo. Así que, como dice el dicho: «Dime con quién andas y te diré quién eres». Rodéate de aquellos que te sumen y no te resten. Al final del día, con buenos compañeros a tu lado, cualquier desafío se vuelve una aventura y la vida se llena de color y esperanza.
© Shoshan