Llegan las fiestas y el espíritu navideño a veces se ve entorpecida por la convivencia familiar. Durante el año, cada quién en su juego, roces, rencillas, o reproches se rumean en silencios, con algunas complicidades, pero todo bajo control… sin embargo, diciembre es el mes del encuentro. Y lo que durante el año no se manifestó, puede salir a relucir en pleno festejo.
No seas una mujer necesitada
La ley de la selva indica que sobrevive el más fuerte. En la sociedad en la que vivimos aplica la misma ley, y sobre los géneros, igualmente. Los hombres se han encargado de montarse sobre la mujer, y se erigieron como los reyes. Sin tener conciencia de ello, las mujeres fueron adoctrinadas para aceptar su ilusoria fragilidad… Y cuando alguna reclama, es silenciada.
El despertar de la mujer que conoce su valor
¿Te has preguntado alguna vez por qué las mujeres, a pesar de ser quienes dan vida, han sido sometidas a roles secundarios a lo largo de toda la historia? O tal vez, ¿por qué se nos ha considerado siempre como el sexo débil?
¿Qué mereces tú, como mujer y persona?
No por quienes somos, ni lo que tenemos o hemos logrado… sino por el simple hecho de ser personas.
La vida está llena de opciones, si algo no te hace bien, prueba otra
¿Cuál será la fórmula para vivir plenos y satisfechos? ¿Qué ecuación matemática será necesaria para encontrarnos en armonía en nuestra vida? ¿Será la felicidad un espejismo, un invento de pocos para entretener a la mayoría? ¿El amor será un imposible?
Relaciones compulsivas y obsesivas
Desconfía de los que a primera vista te ofrecen matrimonio, o te declaran su amor eterno a las 24hs de conocerte, aquellos que hablan de eternizar las relaciones, o recurren al uso excesivo de los “siempre” o “nunca” en sus discursos.
Tal vez, si tu galán, ese hombre que te encanta, te dice cosas como estas, la pasión acelera tu corazón y puedes ser presa de esa compulsividad que termina corrompiendo tu alma.
Mujeres que sienten que no valen nada
Muchas mujeres andan por la vida sintiendo que no valen nada, que nada son, que no sirven para nada, no son valiosas, ni tienen derecho a ser reconocidas…
Muchas de ellas, en el pasado, cometieron un error o vivieron una mala experiencia que les hizo verse como poca cosa. El tiempo pasa, pero el sentimiento hace huella y queda. Y lo peor, es que precisamente por ello no logran mejorar su autoestima, castigándose a sí mismas por merecer tan poco como creen merecer. Creen que no valen nada.
El abuso verbal
Las palabras pueden convertirse en cuchillos hirientes que brotan de nuestras bocas. Una palabra “dicha” es una flecha lanzada al aire que llegará a su destino… aunque al instante nos arrepintamos de haberla pronunciado.
Los insultos son una forma de abuso verbal, pero no todo insulto es abuso verbal. Decir unas cuantas malas palabras universales (de esas que le dirías a cualquier persona con la que te enojas) no es abuso verbal, aunque no deja de ser una conducta agresiva que es mejor evitar.