¿Conoces ese cansancio que se lleva en los hombros bajo la presión del hogar?
Muchas veces al casarnos imaginamos una vida hermosa, plena, rodeada de comodidades y amor, fantaseamos con ese príncipe que conocimos y del cual nos enamoramos tan locamente hasta el punto de entregarnos por entero y no pensar en nada más que en tenerlo a nuestro lado.