Llega febrero, mes del amor y la amistad… mes de San Valentín.
Con la llegada de esta fecha tan especial, en nuestros corazones brotan sentimientos que necesitan ser expresados. Una carta puede ayudarnos a decir lo mucho que significan para nosotras las personas que más amamos. Por ello, te invitamos a escribir tu carta de San Valentín.
Las consecuencias de la infidelidad no son escasas, sino muchas, grandes y variadas. Y no son tan ocultas como se pretenden mantener, sino que siempre se acaban destapando. Las infidelidades traen consecuencias para todos los involucrados, sea directa o indirectamente. No sólo lo sufre la esposa y los hijos que ven fragmentarse la base de su familia, sino también la amante que con el tiempo se da cuenta de que los castillos que se hizo en la mente se derrumban con el pasar de los días, meses y años. El esposo infiel, obviamente también sufre, pues lo que comenzó como un pequeño desliz, una inocente aventura, le provocó perder la confianza de sus seres queridos, la paz y tranquilidad de su hogar. Tal vez incluso perderlo todo.
¿Qué consideras más maduro? ¿Amar porque necesitas a alguien, o necesitarle porque le amas? ¿Crees que por dar, tienes derecho a exigir de vuelta? ¿Amas según cuánto te den? ¿Cómo ves que intenten cambiar tu forma de ser para poder amarte más?
Es bien sabido que hay hijos buenos, malos y regulares… Pero que se supone que debemos ser buenos con nuestros padres, lo cual sigue siendo cierto cuando ya son mayores y abuelos. Los padres y abuelos, como todas las personas, necesitan amor, no ataques, críticas, malas intenciones o ilusiones rotas.
[dropcap]Un cuerpo 10,[/dropcap] ¿dónde lo venden?, ¿cómo se consigue? Si con tanto adelanto tecnológico alguien creara un tienda en done comprar ese producto, sin duda, … Read more
A los hombres se les suele atribuir ser el sexo fuerte, seguramente por su fuerza física, pues son quienes se dedican a las tareas pesadas y a intentar ser el mayor proveedor para sus familias. Pero a veces el hombre queda debilitado ante su fuerte mujer, incluso sufriendo tanto en lo emocional como en lo físico por causa de ella. Y es que después de todo, aunque tendemos a olvidarnos de ello, los hombres también tienen un corazón sensible a los sufrimientos.
Nunca es cómodo decir adiós, rompiendo una relación. Pero a veces, aunque provoque dolor, es lo mejor que se puede hacer por el bien de ambos: Por ti, porque si ya no le quieres, no es bueno que te obligues a seguir con él. Y también es lo mejor para él, pues aunque le duela, no es bueno que esté con quien ya no le quiere.
A veces la vida va por la dirección equivocada, estudios que no nos gustan, trabajos que no nos satisfacen, amor por quien no nos corresponde, amantes solitarias llorando y esperando un milagro en nuestras vidas. En situaciones así, debiéramos plantearnos recomenzar, tirarlo todo, y comenzar de nuevo.
Yo sólo quería una historia de amor contigo, pero acabé dándome cuenta de que sólo estabas esperando a que me fuese de tu vida. No luchaste por este amor, no hacías nada por mejorar nuestra relación, y no me dejaste motivos para seguir contigo; yo era la única que veía el amor, y terminé por darme cuenta de que no me necesitabas.
Hay mujeres más afortunadas en el amor que otras, pero muchas de las mujeres que están eternamente solteras y sin compromiso, lo están porque quieren, o al menos por sus propias exigencias, inalcanzables e insaciables. Quieren una relación perfecta, y como eso no existe, siguen y seguirán buscando pareja.
Estamos diciendo “adiós” al año vivido y “hola” a un nuevo año lleno de oportunidad y esperanza. Un año donde nada ha sido escrito todavía, donde todo es posible. Para algunas de nosotras, el año que dejamos atrás está lleno de lágrimas, de sueños rotos y de situaciones de las que no sabemos cómo salir. Otras hemos vivido el mejor año de nuestras vidas. Pero todas tenemos algo en común: seguimos vivas.
Nuestra vida es un regalo de Dios y es un milagro. Empecemos el año con la conciencia clara de que vivir es maravilloso, que nuestra vida no es ordinaria. Por eso, respeta tu vida: alimenta lo que te hace feliz y rompe con lo que te destruye. Y recuerda siempre, siempre, que cada día es nuevo.
Fin de año y año nuevo es un buen momento para hablar de cambios. Los conseguidos, los no conseguidos, y los que pretendemos alcanzar este nuevo año.
Hablo de cambios que comienzan por nosotras mismas, en nuestro interior, en nuestra forma de ser y ver las cosas. Cambios en nuestra propia actitud hacia nosotras mismas, cambios en nuestras formas de vivir el día a día, cambios que se realizan en nuestro interior.
