A veces tenemos demasiados amigos, hay amigos que sobran. Es mejor profundizar amistades que tenerlos en grandes cantidades. Hay amigos que sólo se acercan cuando quieren algo de ti, consejo o soluciones. Esas no son buenas amistades, no te convienen, es hora de desprenderse de quienes pasan de ti hasta que tienen problemas.
Alejaré todo lo malo de mi vida
Alejaré todo  lo malo de mi vida. Cosas, personas, lo que sea… si no me hacen bien, fuera, no quiero que sigan siendo parte de mi vida.
“Hoy mi día será diferente, limpiaré los vidrios de mi corazón, para que le entre luz y pueda brillar.”
Aleja todo lo que te da dolor y causa penas en tu vida. Con este pensamiento debes empezar tu día a día.
Shoshan.
Perder una buena amistad por culpa de una traición
Duele sufrir una traición, y tal vez más si viene de una amiga que debía estar ahí para ti. Hay amistades que se pueden recuperar a la traición, pero no siempre serán iguales que antes, la experiencia nos lleva a desconfiar más. No traiciones ni facilites que te traicionen, no provoques envidias, ni los tengas tú. Sé buena amiga, y siempre confía que en una buena amistad siempre se da lo mejor de cada uno.
Nadie debería sentirse invisible
Una de las más tristes realidades que afrontamos es la invisibilidad que a veces sentimos. Nos sentimos invisibles, nadie nos percibe, no se da cuenta de lo mucho que hacemos por los demás, no nos valoran como merecemos, no conocen nuestros problemas, los ignoran o hacen como que no los ven… Es triste sentirse invisible.
Sólo tú sabes quiénes son tus verdaderas amigas
Todas hemos tenido alguna falsa amiga… una a la que abrimos nuestra vida y corazón y nos traicionó miserablemente, contando toda nuestra vida y utilizándolo contra nosotras.
Aprender a escoger a tus amistades hará que tu vida sea más sencilla. Es bueno distinguir de corazón con quien con quien se puede contar, quienes son amigas casuales, y cuáles son las que merecen la pena conservar toda la vida.
La amistad en la vida de adultos
A medida que crecemos, todo nuestro mundo establecido tal y cual lo conocemos se modifica, digamos que va creciendo con nosotros, de la mano con nuestros pasos y decisiones… y lo que conocíamos de memoria empieza a tomar un rostro diferente.
Aquellos encuentros con los amigos, las confidencias, los chistes internos, se suman al baúl de los recuerdos. Un día preguntamos ¿dónde quedaron esos Aquellos encuentros con los amigos, las confidencias, los chistes internos, se suman al baúl de los recuerdos. momentos? Y la respuesta es en la memoria. Como seres sociales, aprendices eternos, gustosos de los mimos y el calor afectuoso; debemos tomar conciencia que esos momentos de amistad y sobre todo en nuestra vida de adultos; rediseñan nuestros sueños, fortalecen el alma, y nos conectan con la chispa interior.
Las amigas son un tesoro que hay que cuidar
Hablemos de nuestras amigas: Esas amigas que nos acompañan a la largo de todo el camino. Amigas del alma, amigas de siempre, amigas de la madurez, amigas que fueron, las que un día lo parecieron y las que aún están por llegar. La amistad es un tesoro sagrado, lleno de bendiciones e imborrables momentos compartidos que hay que cuidar con esmero y agradecimiento. La amistad, si es sincera, es un regalo de valor incalculable.
¿Podemos ser amigas de nuevo?
Esa amistad de niñas (las confidentes, las que todo se lo contaban, las que soñaban con envejecer juntas)… esa amistad se rompió. Las “súper amigas” dejaron de ser amigas: quizá por traiciones, desacuerdos, falsedades, intereses diferentes… Y ahora, al encontrarse en un bus o en la calle, se tratan como desconocidas.
Seguramente has pensado en algún momento: «¿qué sucedió?», «¿será que algún día podrá volver a surgir esa amistad que un día fue perfecta?» La respuesta es NO, pero sí puede ser el comienzo de una NUEVA amistad, igualmente hermosa.
Amores de Internet: “Te quiero, pero sólo como amigo”.
Le quieres, pero sólo como amigo. Pero él te acaba diciendo que te quiere, y todo se complica…
Todo sobre mis hermanas
Las hermanas juegan un rol único en nuestras vidas. Hemos crecido en el mismo hogar, hemos sido expuestas a las mismas experiencias, y ellas, nuestras hermanas, son las mujeres que mejor nos conocen.
Si las hermanas se llevan bien, todo es alegría. Sin embargo, cuando la relación se rompe, la familia entera sufre las consecuencias.