Nos hacen daño pero no es fácil dejar de amar. Aun así, aprendemos a reponernos y salir adelante, incluso perdonando a quien nos lastimó.
Pero perdonar no es sinónimo de regresar. El perdonar significa que dejamos ir nuestros dolores, pero no contiene una cláusula de permanencia que nos obligue a regresar con nuestros verdugos.