Dice la persona celosa que siente celos porque ama a su pareja, pero en realidad los celos suelen acabar destruyendo las relaciones…
- ¿Qué son los celos?
- ¿Por qué sentimos celos?
- ¿Qué provoca los celos?
- ¿Y cómo se controlan?
Dice la persona celosa que siente celos porque ama a su pareja, pero en realidad los celos suelen acabar destruyendo las relaciones…
El lenguaje más ampliamente difundido en el mundo no tiene nombre ni diccionario.
Si eres mujer, has sido capaz de hablarlo casi desde la infancia. Los hombres en cambio, no han podido ni podrán aprenderlo aunque lo estudien 50 años.
Este idioma, obviamente es el lenguaje secreto de las mujeres…
Cuando pensamos en unir nuestra vida a la de otra persona, nuestra mente se concentra en solamente “ser felices hasta que la muerte nos separe”, muy poco nos ponemos a pensar que el deseo de unirnos a otra persona puede ser sólo la combinación de hormonas e ignorancia, o por no querer estar solas. No cabe duda que el amor puede conquistar muchas cosas, ¿pero nos detenemos a pensar que existen muchas diferencias y problemas que surgen tan pronto como la convivencia empieza?
¿Existe quien pueda salvarse de una discusión o de una diferencia de criterio?
En las relaciones de pareja, la discusión siempre existe y es sin lugar a duda un evento que en todo momento nos puede sorprender e incluso aplastar si no le prestamos la atención debida.
A nadie le gusta discutir, pero mucho menos nos gusta perder.
¡Qué bonito es ver una pareja de ancianos juntos de la mano!
Siempre se les mira y admira porque a pesar de los muchos años se les puede ver juntos y caminando por la vida. Son matrimonios eternos, esos que hoy en día ya es difícil encontrar.
Hoy día siempre estamos dando prioridad a cosas banales, nos despreocupamos de lo que realmente importa: la buena convivencia.
¿Cómo hace un hombre para llamar la atención de una mujer con fines románticos?
¿Funciona aún lo de regalar flores y chocolates a una mujer con la que nunca se ha cruzado palabra? No.
“Confianza”la confianza es muy importante.
Cuando vamos al médico porque nos sentimos enfermos y comenzamos a decirle los síntomas que tenemos, lo hacemos en la confianza de que nos curará. Cuando compramos productos por el Internet, tenemos la confianza de que recibiremos lo que hemos comprado y así, sucesivamente, podríamos seguir mencionando ejemplos…
Cuando estás en una relación, a veces se da el caso en que tu pareja pueda “sincerarse” contigo, contándote el tipo de mujeres que le atraen. Puede que sea más delgada, más inteligente, más mona que tú… Te habla de los atributos físicos que le atraen, algunos diferentes a los que tú tienes. Si esto es algo ocurre en tu relación actual, y escuchas a tu pareja hablar de estas cosas, tu pareja no te conviene, es una persona destructiva para ti.
Pues sí, es posible. Tal vez no tanto como “absoluta”, ¡pero sí la vida feliz que mereces!
En nuestro diario batallar por una vida tranquila estamos siempre tratando de encontrar nuestra alma gemela. En la desesperación y deseo, queremos que la persona que escogemos para compartir el resto de nuestra vida comparta con nosotras tanto los buenos momentos como los malos…
Muchas veces vivimos en un ambiente estresante, por el trabajo, la rutina diaria en el hogar, esos términos del día en los que llegamos al hogar sabiendo que aún quedan unas horas más de trabajo para finalizar agotadas y deseando tan sólo acostarnos y cerrar los ojos para dormir…
Las mujeres, suelen reunirse dándose su pequeño espacio para disfrutar de una buena taza de café y conversaciones sobre la vida misma, sobre el hogar, sobre el matrimonio; todo ello para desahogarse muchas veces de las preocupaciones de su persona y vida misma, buscando quizás con ello un consejo, una opinión o simplemente saber si es normal lo que sucede en su vida personal o es solamente a ella…
Muchas veces las mujeres pensamos que con amar es suficiente, que con entregar nuestro corazón y sentimientos es suficiente…
Sin embargo con el paso del tiempo nos damos cuenta de que se van agotando los deseos de entregarnos sexualmente, nos cuesta hacer el amor entregándonos plenamente, y acabamos haciéndolo simplemente porque el cuerpo así lo desea, porque nuestra pareja lo pide, y por cumplir con uno más de nuestros deberes de esposa,