Cuando se ha querido a alguien que ha muerto, el recuerdo nunca muere. Siempre sentiremos su ausencia y sólo queda confiar en Dios que estén en un lugar mejor.
No dejemos de dar gracias a Dios
No hay nada que alegre más el alma del ser humano, que saber reconocer sus propios errores, enmendar el camino andado, y sobre todo, tener esa enorme capacidad de amarse tanto como para entregar esa misma calidad de amor a su prójimo.
Dios nos bendice a cada instante, nos llena de su inmenso amor, nos abraza en los momentos en los que el dolor nos abate, nos abre las puertas que necesitamos para nuestro bien, nos aleja de las cosas negativas, no nos da más de lo que podamos resistir, no escatima en cuanto a las alegrías que nos da, y las bendiciones no nos faltan, pues las recibimos a granel día a día… así es el diario vivir con nuestro Padre Bueno.
Recurrir a Dios en busca de ayuda, ¿por qué no?
(Artículo en perspectiva cristiana) Cuando sientes que ya no puedes más… cuando sientes que los problemas te rebasan y abrumada y cansada dices “Dios me abandona”, “ya no creo en él”… nuestro padre bueno te susurra al oído… “yo sí creo en ti”. Y así es, aun en las peores tormentas siempre existe alguien que nos toma en sus brazos justo cuando sentimos desfallecernos.
Semana Santa
Estamos en Semana Santa, fecha en la que recordamos que Dios nos amó tanto que nos entregó a su hijo unigénito a fin de enseñarnos el camino del amor y la paz. Tanto nos amó, que aun habiendo sido crucificado por nosotros, aceptó la muerte de su hijo como redención por nuestros pecados. Dios nos ama, y en esta fecha es algo que debe hacerse especialmente presente, pues recordamos el sacrificio que hizo por amor a nosotros.