Hace días, una amiga me hablaba de lo mucho que sufría en su relación con su pareja, y ella y me preguntó:
¿Hasta dónde debo seguir el llamado de mi corazón?, ¿Hasta dónde debo meter un freno en la razón como mujer y como ser humano?
Le contesté:
Nunca tengas miedo de amar.
A medida que la razón entre en tu corazón, será cuando aprenderás a dar amor a otro ser… hay que saber hasta donde amar.