¡Cuántas veces nos hemos sentido frustradas por sentir que nuestra pareja o nuestro entorno nos hace sentir que somos poca cosa, que no valemos nada y que no estamos a la altura de las circunstancias!
Así es, muchas veces son nuestras propias parejas que nos hacen sentir que no somos nada, no recibimos ni una palabra de aliento por su parte, ni siquiera un gracias.