El amor no se puede matar, es un sentimiento, algo que se lleva muy dentro del corazón pero que no se ve, sólo se siente y se vive. Ese es el motivo por el que cuando alguien nos destroza la vida llegamos a sentir que nos falta el aire para respirar, el corazón se nos paraliza y no somos capaces de creer que podrá llegar un nuevo día en el que a quien tanto amas no le tengas más a tu lado. Lo que se siente es una impotencia tota y un dolor incontenible.
Ante tanto dolor, matar al amor se nos vuelve indispensable.