¿Cuántas veces te ha pasado que la gente te dice que te ves sexy, guapa, delgada, pero tú sólo ves lo contrario en el espejo? Y lejos de que sea un trastorno vinculado con la bulimia o la anorexia, tú te sientes sin energía, desarreglada, falta de gracia, y hasta con kilos de más.
Es que nuestro cuerpo es el carruaje o tarjeta de presentación que tenemos para transitar por el mundo. Pero cuando nuestro mundo interior no está acomodado, el desorden se proyecta en la imagen que vemos y damos.