Hola amigas,
Hoy hablaremos de esos amores que alguna vez tuvieron un puesto muy especial en nuestros corazones, pero que por cualquier motivo nunca se logró concretar, y que no por ello los olvidamos, sino que al contrario, cuanto más tiempo pasa y más personas conocemos el recuerdo de aquello tan bonito se vuelve a marcar con más fuerzas, hoy quizás estamos casadas, quizás tenemos otra vida, pero en nuestro ser aún vive el recuerdo de aquel que una vez se amó tanto.
Es bueno, me quiere, pero yo no le amo
Abrimos ese baúl en donde guardamos esos bellos recuerdos, ese ayer que nos llenó de alegría, de ilusiones, ese ayer en el que soñábamos con dominar el mundo con nuestro amor, ahí, escondido en el fondo al hurgar, salen esas cartas atadas con un listón rosa y entre ellas esa foto del primer amor de tu vida, ese amor que se vio truncado al vivir una aventura en una noche cualquiera, los recuerdos llegan a ti y suspiras.
Los recuerdos no mueren
«Los recuerdos no mueren, los recuerdos son la raíz del alma y el nutriente de nuestros actos presentes» «Muchas veces necesitamos limpiar nuestro almacén interior de cosas feas, de tristezas y dolores para encontrar la liviandad que nos haga fluidos y libres de ataduras, de pesadas cargas que no se pueden llevar tanto tiempo a cuestas. Pero en otros momentos recordamos actos pasados, ejemplos idos, rostros ausentes que emergen de la memoria para devolvernos una sonrisa, el valor de un principio o el principio perdido. Son esas cosas que atesoramos en el almacén de la vida y de los recuerdos porque detrás de cada acto hay… un niño aprendiendo a vivir. Ese eres tú, soy yo.»
(Vía Maria Elena Alaimo)
¡Quiero olvidarlo, pero no puedo!
Amigas queridas:
Nos han llegado cartas muy tristes ante la rabia, la impotencia y desesperación por desterrar y sacar las espinas que aún duelen, pues a pesar de intentar sacar los recuerdos dolorosos que llevan esas mujeres en el alma, siguen padeciendo de melancolía, de añoranza, de tristeza, de soledad, dolor y lágrimas. Pareciera que el infortunio o el destino se ha ensañado y no quiere soltar el corazón de sus presas.
¿Te han llevado serenata, mujer?
El temita que hoy trataremos, es con ánimo de hacer alguna remembranza del ayer, o del reciente hoy, que nos ha sacudido o nos sigue sacudiendo el petate, (jeje). Les invito cordialmente a poner un poquito de atención en aquellos momentos hermosos de nuestros primeros retos, cuando el corazón enamorado se cautivó en los arcos fuertes del amor verdadero. Cuando ilusionadas entregamos lo más excelso del alma al ser amado, cuando extasiadas en la nocturna espera fantasiosa y soñadora, siempre tratábamos de pernoctar cerquita de nuestra ventana, por lo que pudiera suceder, jajaja.
Navidad: Tiempo para recordar
 La Navidad es una fecha muy agotadora, pero que a la final siempre la esperamos con mucha ilusión.
Es el nacimiento de nuestro Señor, pero creo que a la hora de la verdad ese detalle casi ni lo pensamos.
Nos hace ilusión pensar en la festividad junto a nuestras familias y amigos.
Y es en estas fechas es cuando más sentimos los vacíos de nuestra vida. En Navidad las nostalgias siempre vienen a nuestro encuentro. De forma disimulada, pero muy esperada, también se sienta en nuestra mesa la llamada «tristeza de Navidad».
Extrañar no debería doler
Hola mis amigas:
Hoy quiero comentar algo que he estado pensado y puede que me encuentres la razón…
Todos creemos que cada vez que extrañas a un ser amado debería ser sinónimo de dolor, pero creo que no es así.
Extrañar a alguien no puede hacerte llorar. Estar triste y melancólica sí. Es cierto que cuando amas mucho eso te causa una tremenda angustia, pero ¿sabes por qué?
No se olvida a quien tanto se amó…
«Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, y un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar»
Hoy nuestra historia cuenta así:
Nunca me preocupé demasiado de las cosas del amor, confiaba que simplemente algún día tendría la suerte de encontrar a esa persona que todos soñamos… Y esa persona llegó.
Amores de siempre
Hoy caminando por las calles de mi ciudad te recordé… eras mi amor, mi primer amor, ese que te hace soñar, que te hace feliz con sólo nombrarlo… Sí, hoy pensé en ti.
¿Quién no ha tenido un amor de esos que de alguna manera siempre continúa viviendo en nuestras vidas aún cuando compartimos nuestra vida con otro? Posiblemente un «amor platónico» que nunca se olvida…
Los recuerdos, ¿se van o quedan para siempre?
¿Los recuerdos son aquellas cosas que se fueron, o los que están con nosotros cada día?
Los recuerdos se van sumando en un ejercicio de paciencia que me pone nostálgica en demasiadas ocasiones.
Muchas veces pienso si son todas las situaciones que ya no están, o viven permanentemente en nuestro día a día..
Esta es la historia:
Después de tanto tiempo juntos, la soledad te alcanzó
¿Has sentido ese frío que te recorre las espaldas cuando despiertas, y si es que has logrado dormir miras a tu lado y la persona que compartió mitad de tu vida ya no está? Se siente que camina, que pronto te dirá «hola, llegué, ¿qué hay para la cena?».
Así pasaban los años en que todo parecía muy normal, pensabas que tu vida ya estaba realizada, que tenías ese ser especial en tu vida, ese ser que un día te regaló su vida, te regaló una canción… y ahora ya no está.
Y nos preguntamos cómo volver a empezar. Si no estaba en tus planes esta tristeza que te mata el alma y te corroe el corazón ¿cómo enfrentar la soledad si él siempre estuvo allí para ti y ahora sólo es una sombra dolorosa?
Los amores que vuelven
Hay amores que vuelven, y amores que nunca nunca se olvidan. Pero… a veces es neceasrio borrarlos de nuestras vidas, aunque un pedazo de nuestro corazón se nos vaya en ellos.
Tengo un tesoro de palabras que se llama «Cuando Vuelven los Fantasmas«, léanlo…
Amig@s;
Seas hombre o mujer, puedes llegar a enamorarte de alguien, y te das por entero a ese cariño que piensas que será para toda la vida… pero que por diferentes razones, el destino nos arranca ese amor… Sufrimos, lloramos, y nos quedamos en la cama sin querer que amanezca. No podemos ni mirar el día de mañana, pues nuestros ojos ya están tan llenos de lágrimas y dolor…