(Facundo Cabral)
Lo que más nos gusta (quizás lo único) de nuestros peores momentos es, al menos, poder quejarnos, echar las culpas a otros y sentirnos víctimas del mundo. Es muy relajante decir “tú me hiciste esto”, “tú me lastimaste”, “tú me arruinaste la vida”, “túÂ me engañaste”, “tú me defraudaste»….