Nosotras, mujeres de inmenso valor y fortaleza, iluminamos nuestro camino incluso en medio de la adversidad. Nuestra resiliencia es inquebrantable, y a través de nuestro constante crecimiento personal, nos autoempoderamos. Avanzamos desafiando obstáculos con una positividad que es innata en nosotras. En cada paso que damos, en cada decisión que tomamos, cultivamos aún más esa brillante luz interior que nos caracteriza y nos guía hacia adelante.
Podemos mejorar nuestras situaciones en la vida… con perseverancia.
¿Alguna vez has pensado que nuestra vidas carecen de motivo para vivir? ¿Que nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestros hijos, e incluso nuestros amigos no son lo que soñamos? ¿Que te faltan fuerzas para seguir con la rutina diaria de luchar contra todo lo que va mal?
Pensar bien frente a las adversidades
Habitualmente creemos que somos el resultado de lo que sucede en nuestro exterior, sin embargo nosotras somos los responsables de lo que nos ocurre, pues en nuestras manos tenemos la posibilidad de ser felices o no.
La ira, el enojo o el malestar no son virus que andan dando vuelta por el aire y que en un respirar inocente se introducen en nuestro organismo.
Nosotras somos los generadores de esas emociones que nos intoxican cada día.
Las adversidades del pasado me ayudarán a ser mejor
podemos cambiar la forma en que vemos el pasado, podemos invertir su mal y utilizarlo para crecer, madurar y hacernos más fuertes y tomar mejores decisiones.
Nos pisotearon, pero ya no lo harán más. Nos tomaron por tontas inocentes, pero ya no lo somos. Ahora somos mejores.
Sanar las heridas con fe
Muchos de aquellos que se forman en el seno de una religión o de una fe en la que pueden creer sin reservas, son afortunados.
Sin embargo, cada quien ha de encontrar su propio camino y su propio credo, y el encontrarlo cobra mayor importancia para cada uno de nosotros a medida que envejecemos…