Hay verdaderas amistades que están llenas de amor, respeto y apoyo. Duran años, parece que son de toda la vida. Pero cuando el dinero se mete de por medio, ya sea prestado o solicitado, hasta la amistad más fuerte comienza a tambalearse.
Nadie debería sentirse invisible
Una de las más tristes realidades que afrontamos es la invisibilidad que a veces sentimos. Nos sentimos invisibles, nadie nos percibe, no se da cuenta de lo mucho que hacemos por los demás, no nos valoran como merecemos, no conocen nuestros problemas, los ignoran o hacen como que no los ven… Es triste sentirse invisible.
Sólo tú sabes quiénes son tus verdaderas amigas
Todas hemos tenido alguna falsa amiga… una a la que abrimos nuestra vida y corazón y nos traicionó miserablemente, contando toda nuestra vida y utilizándolo contra nosotras.
Aprender a escoger a tus amistades hará que tu vida sea más sencilla. Es bueno distinguir de corazón con quien con quien se puede contar, quienes son amigas casuales, y cuáles son las que merecen la pena conservar toda la vida.
Las amigas son un tesoro que hay que cuidar
Hablemos de nuestras amigas: Esas amigas que nos acompañan a la largo de todo el camino. Amigas del alma, amigas de siempre, amigas de la madurez, amigas que fueron, las que un día lo parecieron y las que aún están por llegar. La amistad es un tesoro sagrado, lleno de bendiciones e imborrables momentos compartidos que hay que cuidar con esmero y agradecimiento. La amistad, si es sincera, es un regalo de valor incalculable.
Todo sobre mis hermanas
Las hermanas juegan un rol único en nuestras vidas. Hemos crecido en el mismo hogar, hemos sido expuestas a las mismas experiencias, y ellas, nuestras hermanas, son las mujeres que mejor nos conocen.
Si las hermanas se llevan bien, todo es alegría. Sin embargo, cuando la relación se rompe, la familia entera sufre las consecuencias.
La amistad requiere reciprocidad
La amistad no sólo es el arte dar, sino también el de recibir.
Puede que tengamos alguna “amiga” que sólo nos quiera por intereses… pero si nosotras damos lo mejor de nosotras, y ellas no, entonces, a la hora de la verdad, no podremos considerarnos buenas amigas.
No podemos esperar recibir siempre de nuestros amigos, también tenemos que darles lo mejor de nosotras mismas. La amistad sincera es recíproca, damos y recibimos.
Simplemente Amor
¿Por qué haces esperar al amor? Hace rato que está al lado de tu puerta y aún no te dignas a dejarlo entrar…
¿Acaso no te has dado cuenta de que el amor ha pasado mucho tiempo contemplando tu ventana en espera de tu figura? ¿Por qué no le abres la puerta y le invitas a tomarse un café mientras charlan sobre el esplendor del más bello instante?