A veces quisiéramos decirle a alguien lo mucho que le apreciamos y lo mucho que significa para nosotras…
¿Por qué nos complicamos tanto? ¿Por qué nos cuesta tanto regalarnos unas palabras de cariño, amor y aprecio?
“Ningún ser humano es tan rico que no necesite de un buen amigo y ninguno es tan pobre que no lo pueda tener”.
Todos en esta vida necesitamos de un buen amigo, con algunas personas llegamos a ser tan buenos amigos que podríamos decir que más que amistad es “hermandad”, podemos llegar a conocernos tan bien que pensamos que la amistad puede sobrevivir cualquier discusión y cualquier cosa. Pero a veces estas amistades se rompen por discusiones tontas y sin importancia.
 [dropcap]La lealtad[/dropcap]es algo indispensable en todas nuestras relaciones, especialmente aquellas que deseamos que lleguen a perdurar por años o toda la vida.
La lealtad es un compromiso que nosotras mismas nos hacemos con las personas que nos rodean, especialmente aquellas que apreciamos y valoramos.
Si somos leales tendremos la confianza y el respeto de las personas que más nos importan…
La vida constantemente nos pone frente a personas maravillosas de las que ni nos percatamos. Igualmente, muchas veces damos por sentado que esas personas siempre estarán ahí, que las podremos encontrar en cualquier momento que las necesitemos.
Por otro lado, lamentablemente, la envidia y el egoísmo son cosas que también podemos encontrar a cada paso.
“El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero el que esta teniendo tratos con los entupidos le ira mal”
Muchas veces escogemos a nuestras amistades basándonos solamente en la “química”, somos amigas de tal o cual persona simplemente porque congeniamos.
Es muy importante sentirnos bien con los amigos, pero eso no debe ser el único criterio a la hora de escoger nuestras amistades…
Internet nos brinda la oportunidad de viajar por el mundo conociendo nuevos lugares y amistades que sin los recursos económicos necesarios para hacerlo físicamente no nos sería posible.
Es una herramienta que nos ayuda a conocer nuevas personas, intercambiar ideas, reencontrarnos con viejos amores… y familiares a quienes no vemos desde hace años. En fin, Internet es un éxito total.
«Perdonar, una tarea a la que el cristiano no puede hacer oídos sordos, una práctica que muchas veces conlleva con ella misma un sentimiento de alivio tanto para el que perdona como para el que es perdonado.»
– Fabio Miguel Pereyra.
No hay nada más difícil que reconocer nuestros errores, debemos saber dejar de lado el orgullo y pedir perdón por actos que hemos cometido contra nuestros seres queridos, el perdón engrandece a quien lo pide y ennoblece el que lo recibe.
La sociedad ha sido construida y reinventada muchas a veces a conveniencia. Por lo general, tanto los niveles sociales como reglamentos que rigen la sociedad han sido constituidos por el hombre, muchas veces basados en interpretaciones a los mandatos de la biblia así como en convicciones y principios que hemos heredado de nuestros antepasados, no porque nosotros lo escogiésemos, sino porque nos es pasada de generación en generación.
Nos enseñan a las mujeres a ser valientes, pero valientes para soportar lo que se nos venga, valientes para perdonar y valientes para aguantar.
El próximo 20 de Julio es el Día Internacional del Amigo
“Mis amigos son mi único patrimonio, perdonadme pues, mi avaricia al atesorarlos”.
A lo largo de la vida conocemos y tratamos gente de diferentes condiciones e ideas, algunas van de paso, algunas hacen un breve alto en nuestra vida, algunas las vemos pasar de lejos, otras ni siquiera las miramos; pero el amigo que llega para quedarse, el que nos acepta como somos, el que aceptamos como es, será quien marque nuestra vida con el sello de la amistad para siempre.
Es bien sabido que en cada criatura viviente hay un caudal de conocimientos para compartir con los demás, pero no todas las personas están preparadas ni dispuestas a ello.
Eso hace que el egoísmo en el ser humano sea más grande cada día y que nuestro mundo, se haya convertido en un planeta de baratillo y en bancarrota de todos los valores, lleno de caprichos, resentimientos, celos, envidias, codicias, dobleces, falsedades, mentiras, etc.
Muchas veces caminamos por la vida sin dejar rastro, sin dejar huellas, y no porque seamos malas personas sino porque siempre estamos tan metidas en nuestras preocupaciones que nos olvidamos del resto de los que nos rodean.
Estamos lejos de los problemas de nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros amigos, y poco a poco nos vamos olvidando de que un simple gesto de amor, una palabra de aliento es lo más importante para aquellos que ignoramos.