Tras ser pillados tras una infidelidad, los hombres siempre se arrepienten. Es lo que podríamos llamar, “el síndrome del arrepentido”. Vuelven con flores y llantos, suplicando perdón, convencidos de que su mujer es lo mejor que les ha pasado y que nunca más volverán a hacer algo así… Â o eso dicen.
Pese a todo, aún sigo viva
Culpable de todo, culpable de nada
Todas las personas sabemos lo que es sentirse culpable por algo.
Hay quienes se sienten culpables por todo, y quienes parecen no sentirse culpable por nada… Los dos extremos son malos y conviene evitarlos.
En su justa medida, la culpabilidad nos ayuda a arrepentirnos, mejorar como personas, y a ser más consideradas con los demás.
Cómo superar la culpa que sentimos
Tal vez dijimos las palabras equivocadas, tal vez juzgamos mal, tal vez tuvimos un accidente o no pensamos bien antes de actuar… Pero sea lo que sea lo que nos provocase este sentimiento de culpa… si es posible, intentemos repararlo.
Para librarnos del sentimiento de culpabilidad, nada mejor que intentar reparar el daño causado. ¡Hagámoslo!
Lo que no decimos
Hay muchos “te amo” que quisiéramos habernos atrevido a decir… muchos “te quiero”, “te aprecio”, y “te valoro mucho, amiga”…
Palabras que se quedaron retenidas en nuestro corazón, que por algún motivo no llegamos a decir.
Las cosas hay que decirlas ahora, cuando tenemos la oportunidad, para no lamentar más tarde el no haberlas dicho…
Los secretos
“En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable.” (Diego Marchi)
Todo ser humano guarda algún secreto dentro de su corazón y lo guarda de forma hermética.
Son secretos de esos que no se revelan nunca, que nunca contamos ni contaremos… secretos que nos acompañarán a la tumba.