¿Algunas te han tildado de anormal? ¿Te han dicho que no te comportas como el resto de tu familia? ¿Nadie sabe de dónde sacas esas ideas locas? ¿A veces incluso te sientes desubicada?
Claramente padeces del síndrome de la anormalidad.
Día tras día vivimos expuestas a un gran número de mensajes que pretenden decirnos cómo debemos pensar, actuar, vestirnos y ser.
Y a la vez, nos dicen palabras bonitas, motivándonos a ser nosotras mismas, originales… pero claro, nos dicen cómo lograrlo. Y si optamos por algo diferente, lo más probable es que vivamos entre señalamientos y críticas destructivas que pueden golpear fuertemente nuestra autoestima y nuestras relaciones sociales.
¿Haces las cosas porque quieres, o porque los demás esperan que las hagas? ¿Las haces como piensas mejor, o como te dicen? ¿Vistes como quieres, o como agrada a los ojos de los demás? ¿Dices lo que sientes, o lo que pueda impresionar a los demás?
¿Respondes con lo que te gustaría ser, o con lo que realmente eres?