Siempre tendemos a compararnos con las personas que admiramos. Intentamos imitarles, vestir como ellas, ponernos el pelo como el que ellas tienen, etc., pero eso es un error, no debiéramos intentar ser como nadie, ni siquiera intentar imitar a las celebridades que más admiramos, pues nosotras no somos esa persona, cada una somos únicas e individuales.
La envidia bajo control
“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, una vida bien usada causa una dulce muerte.” (Leonardo Da Vinci)
Todos los días y en diferentes situaciones, nos encontramos con personas que tienen más que nosotras o por lo menos eso es lo que pensamos. Nos dejamos llevar por lo que vemos y escuchamos, calificamos inmediatamente a personas de “afortunadas, inteligentes y de mucho estudio” llegando a desvalorizar lo que nosotras mismas tenemos, a compararnos continuamente con los demás y producirnos sufrimiento, ansiedad y muchas veces incluso angustia.
El origen de nuestros complejos
A lo largo de toda la vida, siempre estamos buscando la aprobación de los demás. Buscamos la aprobación de quienes nos rodean para nuestro cuerpo, nuestra forma de vestir, de hablar, y hacer las cosas…
Nuestros complejos son fruto de la aprobación o desaprobación que hemos sentido de las personas que nos han rodeado a lo largo de nuestras vidas: nuestros amigos, compañeros de trabajo, estudio, colegio y especialmente de nuestra familia.
De un mal amor a otro peor
A muchas mujeres parece que les llueven los malos amores, tanto que apenas logran salir de una relación se ven envueltas en otra peor.
Relaciones inconvenientes, amores prohibidos, parejas destructivas… Cada vez que establecen una relación acaban sintiéndose más destruidas.
Se supone que somos mujeres fuertes, que luchamos por salir adelante, pero caemos una y otra vez como niñas inocentes ante estos amores que sólo nos hacen ver cuan débiles somos ante ellos.
Cambiar a mejor
La dicha de ser mujer
Despertar todos los días con estas palabras sería maravilloso. Sería bueno comenzar el día reafirmándonos una vez más lo importantes y necesarias que somos.
Sólo por ser mujeres a diario nos enfrentarnos a cuestiones que nos gusten o no, están ahí. No hay mejor manera de enfrentarlas que con entusiasmo, valentía y convicción en nuestra fuerza, amor y determinación.
Eres única e irrepetible
MUJER:
– Eres única.
– Eres irrepetible.
…y por ello, especial.
¿Lo crees?
¿Te cuesta creerlo?
Las personas con buena autoestima se inician bien la vida, son capaces de reconocer sus propias debilidades pero no se detestan por no ser capaces de hacer ciertas cosas. Se aceptan a sí mismos así como aceptamos el carácter de una amiga.
Culpable de sentir culpa
La mujer siempre se siente culpable de todo y por todo. Si algo sale mal, si algo no salió como estuvo planeado, si algo ocurre, incluso un accidente… la mujer siempre se siente culpable.
Incluso cuando la mujer logra cumplir sus objetivos y obligaciones, por cualquier motivo se siente culpable. La mujer tiende a sentirse culpable de todo…
Con o sin él, saldrás adelante
Cuando el hombre se marcha de nuestras vidas (o cuando sentimos que se ha marchado de nuestro lado aunque aún conviva con nosotras) a las mujeres nos baja la autoestima, comenzamos a vernos feas y como poca cosa…
Pero la vida no se detiene ante estas circunstancias adversas, con nuestra pareja o sin él, con o sin su apoyo, con o sin su amor… tenemos que aprender a levantarnos del suelo y salir adelante.
¿Cuánto me quiero a mí misma?
Cómo subir la autoestima
Cada día se nos presenta con un diferente matiz, algunos días nos sentimos capaces de bebernos el mundo de un sorbo, otros en cambio, sólo queremos quedarnos en casa, escondidas de la vista del mundo, nos sentimos abatidas e incapaces de empezar nuevas tareas o simplemente las tareas del día, porque nos sentimos feas y con nuestra autoestima por los suelos…
Me convertí en mi Mejor Amiga
Si te son familiares algunas de las siguientes frases, preocúpate, pues algunas somos nuestras peores enemigas:
“Estoy muy gorda”, “esta ropa no me queda bien”, “No, con ese color ni hablar… ¡me veo fatal!”, “No tengo tiempo para nada…”, “¿Tener un momento para mí misma? Ni hablar, ¡estoy llena de trabajo!”, “¡Qué tonta que soy!”, “Si fuera más bonita…”, “Tengo miedo a salir de mi zona cómoda”, “Sin él… cómo sobreviviré?”, “No sirvo para esas cosas”, “No, no estoy preparada”, “Soy fea…”
El valor de las mujeres
El valor que tiene una mujer comienza por ella misma, no por los demás. Antes de esperar que los demás nos aprecien debemos empezar por amarnos a nosotras mismas. Sólo si sabemos valorar y amarnos a nosotras mismas podremos dar amor a los demás.
Apreciarnos a nosotras mismas y reconocer nuestra valía debiera ser lo más natural del mundo, pero las mujeres tenemos tendencia a tener pensamientos destructivos acerca de nosotras mismas, con lo cual no logramos hacemos valer…
Espejito espejito…
En nuestras vidas hay un espejo.
Un espejo que no nos permite mentirnos a nosotras mismas, sabe cuando estamos bien o mal…
¿Qué le podríamos decir a nuestro espejo si nos ponemos de nuevo frente a él?
Es de esperar que ahora podamos decirle a nuestro espejo que somos mejores mujeres, hemos cambiado y ya no somos las mismas de antes. Ahora somos más valientes, y hemos aprendido a enfrentar los problemas…