Cuando dejamos de centrarnos en nuestros propios problemas y somos capaces de prestar atención a lo que los demás necesitan de nosotros, nos volvemos personas de bien. Es muy gratificante serlo.
No importa lo mucho que haga por los demás, nunca es suficiente
Nos desgastamos intentando cambiar a los demás:
Nos matamos intentando complacer a quien nunca se le puede contentar. Nos agotamos intentando encontrar soluciones a problemas que no son realmente nuestros… la vida se nos llena de estrés y ansiedad viendo que no importa lo mucho que hagamos, las cosas siguen igual en los demás.
¿Por qué no te gusta recibir ayuda?
Hay personas que no tienen ningún problema en aceptar la ayuda de los demás. Si se les ofrece un vaso de agua dicen: “sí, gracias”. Si alguien se les ofrece para quedarse a cuidar de sus niños, responden: “¿En serio? ¡Gracias, eso sería fenomenal!” Y si se les ofrece ayuda con la mudanza no se lo piensan ni un segundo y dicen: “Vale, comienza cargando las cajas que hay en la entrada de la casa.”
Ayudemos a los demás, pero sin olvidarnos de nosotras mismas
El mundo está lleno de personas necesitadas, y algunas personas tenemos especial sensibilidad para encontrarnos con ellas.
Intentamos ayudar a las personas que nos rodean, les queremos y deseamos lo mejor para ellos.
Pero no se puede ayudar a quien no se ayuda a si mismo. Si no tenemos cuidado podrán desgastarnos, abusar de nuestra bondad y quemarnos…
Cuando hay amor, apoyar es un placer
Cuando amas, apoyar a tu pareja es algo que haces con naturalidad e ilusión, porque tus sueños son los suyos, y los suyos son tuyos.
Necesitamos el apoyo de nuestras parejas, compartir ilusiones, esperanzas y anhelos…
Si en verdad nos amamos buscaremos la felicidad de nuestra pareja, y él la nuestra.
Lo que no se cuenta y lo que no se ve…
A lo largo de nuestra vida pasan muchísimas personas que viven o han vivido situaciones muy dramáticas y de gran intensidad emocional. Muchas veces son situaciones difíciles que por lo general pasan desapercibidas por los demás, situaciones que a los ojos no se ven y de las que resulta difícil percatarse pues ocurren con personas que no dicen nada, que sufren en silencio guardándose todos sus dolores para si mismas.
Muy probablemente conozcamos a muchas personas en situaciones difíciles como éstas, pero no nos damos cuenta de ello porque sólo miramos con los ojos.
Personas que debemos evitar
Todo lo que sale de nuestra boca puede herir y hundir a otras personas. El ser humano es muy sensible a las emociones y las palabras que a veces inocentemente decimos. La palabra tiene tanto potencial para dañar las relaciones que una vez alguien te hiere con sus palabras difícilmente te comportarás del mismo modo con esa persona.
Toda persona que vive en forma negativa nos va a herir. Las personas negativas no deberían estar a nuestro lado, aunque es fácil tener a alguien así en nuestro entorno, amistades, familia, en el trabajo, algún compañero, etc.
Hacer el bien sin mirar a quien
¿Qué es esto de «hacer el bien sin mirar a quién«?
Muy fácil, consiste en que al hacer cosas por alguien simplemente las hagamos, sin esperar agradecimientos.
No busquemos reconocimiento y agradecimiento… hagamos lo que ha de hacerse. A su tiempo Dios nos agradecerá todo aquello que hacemos.