éramos felices, hasta que un día llegó con un PC.
Desde ese día ya no se acostaba, se pasaba noches enteras chateando y mirando pornografía.
éramos felices, hasta que un día llegó con un PC.
Desde ese día ya no se acostaba, se pasaba noches enteras chateando y mirando pornografía.
Fácilmente podríamos encontrarnos involucradas en situaciones similares a la historia que hoy les traigo, una historia real de Internet en la que se nos presenta una identidad muy distinta a la que realmente se tiene.
Elena y Víctor se conocieron por la Internet. Ambos son muy jóvenes, y afectos a la poesía, a la música, al diseño y a las artes de la literatura. Ella es una chica muy hermosa, inteligente, hábil para las relaciones humanas, muy recatada y más bien reservada e intimista, pero solícita y dispuesta. Él, un chico serio, formal, amoroso y entregado, muy sincero en sus afectos y un caballero en todo sentido.
Muchas nos adentramos en el mundo cibernético, ese mundo alejado de la gente real que está a nuestro lado; buscamos amistades, conociendo tantas personas, muchas veces para expresar nuestro sentir, ya sea abarcando el mundo de la poesía, del tan sólo leer, o tal vez lo tomamos como una manera de distraernos de las cosas cotidianas de la vida, para alejarnos del estrés.
Y al paso del tiempo vamos conociendo personas afines a una, amistades que se van convirtiendo en algo normal en nuestra vida, amigas sobre todo de quienes hablamos en nuestra mesa a la hora de comer, las llevamos siempre presentes como si estuvieran cerca de nosotras sin importar que miles de kilómetros nos dividan entre esas personas y nosotros.
En la vida hay muchos tipos de amores, y no es verdad que sólo se ama una vez. Muchas veces pensamos que estamos enamoradas, y pasa cada vez que alguien nos interesa, creemos que será nuestro amor para toda la vida; pero cuando nos traiciona sentimos que no era la persona que soñábamos.
Hay amores tan destructivos que hacen que dejes todo a un lado para ir detrás de ellos y cuando te das cuenta ya es muy tarde, te encuentras en un país lejano, sin parientes, y lo peor de todo, sin dinero y llorando por aquel amor que pensaste que era el que esperabas.
«Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, y un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar»
Hoy nuestra historia cuenta así:
Nunca me preocupé demasiado de las cosas del amor, confiaba que simplemente algún día tendría la suerte de encontrar a esa persona que todos soñamos… Y esa persona llegó.
En vista de todas las consultas debido a este problema haremos algo a ver si ayuda a decir la verdad o saber si somos unos mentirosos compulsivos..
Esta historia se teje así:
– Hola me llamo Ana, tengo 25 años y soy estudiante de escasos recursos.
– Hola mi nombre es Juan y tengo 30 años, soy un profesional muy próspero, me va muy bien en la vida, tengo mucho dinero, y soy soltero.
Otra historia comienza así:
Amores virtuales:
se comienza jugando,
se termina llorando.
Dos personas, una noche solitaria, mucha tristeza, mucha soledad… Prendo mi PC, busco, y navego, de pronto entras tú y dices «¡Hola!». Yo tímidamente respondo «¡Hola!.
Con ese saludo comienza una conversación muy liviana, y me digo a mi misma «Ah, es sólo un chat! Quizás nunca lo vuelva a ver…»