Estamos ya en el mes de febrero, el mes del amor en todo pensamiento y en todo corazón humano, o al menos en aquellos corazones que quieren y pueden celebrar al amor en toda la extensión de la palabra, sobre la faz de la tierra.
Estaba pensando qué afortunado es el señor cupido, que se pasea de norte a sur, de oriente a poniente y tiene sus rinconcitos propios y muy preferidos por las cuatro latitudes del mundo: «Su hogar»