Hoy quiero escribirles sobre esos amores que se dan a través de la distancia, amores que se vuelven inmensos, amores fuertes que saturan el pecho de suspiros y los hace desear tener alas y volar a su encuentro para abrazarles y probar a qué saben sus besos.
Les contaré una historia real de dos seres que se conocieron un día por Internet y se enamoraron perdidamente, luchando contra todo y contra todos para conservar ese sentimiento que nació y se volvió gigante, como esa ola que abraza la arena y le llena de fresca sensación…