Cada día es el comienzo de una nueva historia en la página de nuestras vidas. Puede estar llena de alegrías y satisfacciones; de igual manera puede estar llena de lágrimas, de un dolor que desgarre el alma… La realidad es que son más las historias tristes y llenas de sentimientos encontrados, de momentos de soledad, que vivimos día a día.
¡Mujeres de Cristal!
En el basto mundo de las debilidades humanas, surge la mujer sublime, tierna, afable y amorosa, como un prospecto de quebrantos, lágrimas, penas y sufrimientos porque no la toman en cuenta, porque la limitan, porque la condenan a mil exigencias, porque la utilizan, la humillan, la manipulan, la aprovechan, la maltratan, la sacrifican y la crucifican sin ninguna piedad. ¡Y vaya, cuántas generaciones de mujeres vienen recibiendo la misma herencia milenaria!