¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que queremos de un hombre?
¡Seguro que sí!
Y quizás hayas respondido: «Quiero un hombre guapo y con mucho dinero…»
Ahora dime:
¿para qué quieres un hombre guapo? ¿Para que te lo envidien?
Pero no es sano desear lo que no tenemos cuando ello nos lleva a no poder conciliar el sueño y a no apreciar las cosas que sí tenemos.
A menudo las mujeres nos sentimos frustradas por la gran cantidad de cosas que hemos deseado en la vida que no se cumplieron. ¿Cuántos sueños rotos se han acumulado en tu corazón, mujer?: Tener un gran amor, tener un cuerpo escultural, una cara hermosa, unos tobillos sexys, un guarda-ropa lleno, lociones, zapatos, un buen trabajo, un coche del año, muchas amigas, unos padres buena onda, una suegra comprensiva, etc.
En el transcurso de la vida, nos vamos llenando de incontables sentimientos que nos hacen idealizar un mundo en el que sólo tiene cabida el amor y la entrega consciente.
Van pasando los años y llegamos a un punto en el que creemos tener ese mundo que hemos soñado, caminamos de la mano de la confianza, pensamos que estamos viviendo una bella realidad sin mirar nada más que a través de los ojos de nuestro ser amado… Estamos plenamente convencidas que esa es la vida que siempre soñamos tener, y sólo podemos pensar en seguir edificando esos anhelos e ilusiones que tenemos…