Cuando las nubes sean negras, a pesar de que la montaña sea alta, cuando la oscuridad este presente, nunca debes olvidar que eres más fuerte.
Podemos mejorar nuestras situaciones en la vida… con perseverancia.
¿Alguna vez has pensado que nuestra vidas carecen de motivo para vivir? ¿Que nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestros hijos, e incluso nuestros amigos no son lo que soñamos? ¿Que te faltan fuerzas para seguir con la rutina diaria de luchar contra todo lo que va mal?
Los problemas que las mujeres tenemos, los enfrentamos y vencemos
¡Cuántas veces la vida te ha llevado por veredas insospechadas! ¡Y cuántas veces te has visto ante la incertidumbre de no saber qué camino tomar, qué hacer ante tantos problemas que se te han venido encima!…
Y tú estás ahí, sin dormir pensando en cómo hacer para salir adelante sola, sin tener ningún apoyo en los momentos en que más lo necesitas. Piensas una y otra vez en cuál será el motivo por el que te ha tocado vivir esta vida llena de problemas…
Ser feliz a pesar de las dificultades, sueños rotos e ilusiones perdidas
La vida me ha enseñado la más hermosa de las lecciones: de cada semillita plantada con amor siempre nacerá el fruto más hermoso.
Todo aquello que hacemos desinteresadamente, todo lo que nace desde lo más profundo de nuestro ser, todo aquello que disfrutamos por el mero hecho de hacerlo y todo lo que es verdaderamente auténtico acabará dando sus frutos.
Pensar bien frente a las adversidades
Habitualmente creemos que somos el resultado de lo que sucede en nuestro exterior, sin embargo nosotras somos los responsables de lo que nos ocurre, pues en nuestras manos tenemos la posibilidad de ser felices o no.
La ira, el enojo o el malestar no son virus que andan dando vuelta por el aire y que en un respirar inocente se introducen en nuestro organismo.
Nosotras somos los generadores de esas emociones que nos intoxican cada día.
¿Qué es la vida para ti?
Hay etapas de la vida que son duras, difíciles y malas… Todo parece ir de mal en peor, todo se desmorona y nada nos sale bien…
Pero en el momento menos esperado, todo puede cambiar, un pequeño rayo de sol llega a nuestras vidas, ilumina nuestro corazón y encontramos las fuerzas para superar los problemas que a diario nos asaltan…
¡Así somos mujeres!
Nuestro amor muere…
Amores ocultos
Los amores ocultos son amores inoportunos. Surgen en la monotonía y aburrimiento de la rutina de pareja, cuando ya no hay besos de buenos días ni salidas románticas por la noche. Surgen cuando estamos agotadas de trabajar en casa y nos sentimos ignoradas.
Surgen porque algo nos falta, y lo encontramos afuera. Pero, ¿merece la pena un amor oculto? ¿Qué sentido tiene tener una aventura? ¿Acaso mejora en algo nuestra situación? Yo creo que no…
¿Quién es culpable de una mala relación?
Por lo general, cuando nos referimos a los matrimonios y relaciones desintegradas, solemos señalar al hombre como culpable
Hacemos énfasis en el abandono que sentimos, en la tristeza que nos dejó por su marcha…
¿Pero, quién tiene la culpa? ¿Él, ella, ambos? ¿Quién suele tener mayor culpa si la relación no va bien?
Nuestro desgaste por tratar de hacer feliz a otras personas
Muchas veces nuestras relaciones se ven afectadas por la pena y la desdicha, una lucha constante para que las cosas funcionen entre los dos.
Para que una relación funcione ambos deben de poner de su parte, y es frustrante cuando no sucede así, cuando pese a todos los esfuerzos la otra parte no hace nada. Sentir que sólo tú estás luchando por la relación supone un desgaste tanto físico como emocional.
Sanar las heridas con fe
Muchos de aquellos que se forman en el seno de una religión o de una fe en la que pueden creer sin reservas, son afortunados.
Sin embargo, cada quien ha de encontrar su propio camino y su propio credo, y el encontrarlo cobra mayor importancia para cada uno de nosotros a medida que envejecemos…
Lo que no se cuenta y lo que no se ve…
A lo largo de nuestra vida pasan muchísimas personas que viven o han vivido situaciones muy dramáticas y de gran intensidad emocional. Muchas veces son situaciones difíciles que por lo general pasan desapercibidas por los demás, situaciones que a los ojos no se ven y de las que resulta difícil percatarse pues ocurren con personas que no dicen nada, que sufren en silencio guardándose todos sus dolores para si mismas.
Muy probablemente conozcamos a muchas personas en situaciones difíciles como éstas, pero no nos damos cuenta de ello porque sólo miramos con los ojos.
Enfrentando situaciones difíciles…
Muchas veces vivimos en un ambiente estresante, por el trabajo, la rutina diaria en el hogar, esos términos del día en los que llegamos al hogar sabiendo que aún quedan unas horas más de trabajo para finalizar agotadas y deseando tan sólo acostarnos y cerrar los ojos para dormir…
Las mujeres, suelen reunirse dándose su pequeño espacio para disfrutar de una buena taza de café y conversaciones sobre la vida misma, sobre el hogar, sobre el matrimonio; todo ello para desahogarse muchas veces de las preocupaciones de su persona y vida misma, buscando quizás con ello un consejo, una opinión o simplemente saber si es normal lo que sucede en su vida personal o es solamente a ella…