Todos somos iguales, ni superiores ni inferiores.
Mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, indígenas, pobres, ricos, analfabetos, profesionales, estudiantes, etc., todos.
¡Somos iguales!
Pero tristemente, nuestras actitudes no siempre lo demuestran.
Amor + Belleza + Ternura
+ Tolerancia + Perdón
=Â ¡UNA MUJER!
Cuenta una fábula infantil que “el rey Midas, dominado por su ambición, pidió que todo lo que tocara se convirtiera en oro”, no está escrito, pero a la mujer le fue dado el don de convertir en amor todo lo que toca, le pone una sonrisa a la tristeza, y combate el dolor con su presencia…