A veces se nos olvida que cuando nos enamoramos, en el paquete también nos incluyen una cláusula de libertad que asevera que él también puede ser feliz sin nosotras, que tiene el derecho de dejar de amarnos si así lo desease, y que las decisiones de nuestra pareja han de ser respetadas.
Sin duda, es difícil asimilar que el hombre a quien amamos ya no quiera volar a nuestro lado y esté anhelando abrir su espacio a otros destinos en los que no nos encontramos nosotras, por lo menos de la forma en que quisiéramos. Pero sucede.