Entre la variedad de roles de género que por naturaleza humana y por derecho propio le corresponden privilegiadamente a la mujer de nuestro mundo, no sólo encontramos a la doctora o la enfermera personal de casa, sino la que, además de curar raspones en las rodillas, también alivia y cura las heridas del corazón de nuestros hijos, hermanos, esposos, familiares y seres humanos en general por vocación.
Mujer, ¿tienes un botiquín de primeros auxilios en casa?