Dentro del ámbito de la según llamada “sociedad” muchas personas se rigen por la moral, la ética, la exigencia del buen decir y ser. Pero es precisamente ahí donde muchas veces encontramos a las personas más injustas, y que más juzgan a los demás.
Aclaro bien se dice, “de todo hay en la viña del Señor”, pero qué triste es cuando descubres que detrás de muchas personas que creías conocer, y en las que encuentras amor, comprensión, y ternura, en el fondo albergaban todo un mar de conflictos y calumnias capaces de destruir un hogar, una mujer, una esperanza… y sobre al ser humano que confió y se dió sin medida ni tiempo, entregando todo lo que tenía por dar.