A veces tenemos la sensación de que la vida nos trata muy injustamente, pero suele ocurrir que lo que nos pasa es consecuencia de nuestras decisiones y acciones. Si otra vez caíste en lo mismo, deja de pedir disculpas y madura: tienes que cambiar tu forma de actuar.
Reconocer tus errores te libera de ellos
Es normal cometer errores, todo el mundo los comete. Aun así, tendemos a intentar taparlos, ocultarlos y negarlos…
Cuando ocultamos nuestros errores creamos cadenas que nos aprisionan. Si somos capaces de aceptar nuestros propios errores, seremos más libres, maduras y admirables. Una mujer admirable no oculta sus errores: los asume como propios y aprende de ellos.
¡Felicítate por tus buenos errores!
¡Pero qué bueno es cometerlos! Gracias a nuestra gran capacidad de aprender de los errores podemos ser mejores día a día.
Los errores nos pueden enseñar en qué podemos mejorar y a vivir de forma más sensata. Algo bueno se puede sacar de ello… hagámoslo.
Hay que saber aceptar los errores
Todas las personas cometemos errores, pero no siempre somos capaces de reconocerlo.
Errar es de humanos, saber admitirlo nos dignifica.
Si insistimos en no reconocer nuestros errores acabaremos cometiendo más, cuando en su lugar podríamos estar aprovechándolo para aprender de lo ocurrido, dejarlo atrás y continuar nuestro rumbo.
¿Existe la mala suerte en el amor?
Muchas veces hemos escuchado decir “no tengo suerte en el amor
Pero en el amor no se debe apostar como en un juego al azar, no debiéramos depender de la suerte para algo tan importante. Si pensamos que nos falta suerte en el amor puede que sea porque no estemos tomando las decisiones correctas, no analizando bien a nuestros pretendientes ni a nosotras mismas.
No es malo pedir disculpas
Vivimos acostumbradas a una “comodidad” moral que nos permite hacer lo que queramos y cuando se nos antoje, sin sentir remordimientos ni penas; es como si hubiésemos comprado un ticket de “no culpas” que nos exime de asumir la responsabilidad de nuestros actos sin que nos veamos muy afectadas en el asunto.
Nuestro peregrinar por la vida
Como seres humanos estamos siempre buscando la manera de encontrar nuestro “lugar” en la vida.
Se suele decir que la vida es corta, que somos aves de paso y que peregrinamos por la vida sin descanso… A veces caminamos seguras, otras nos tambaleamos… pero cada paso que damos tiene guardada una nueva enseñanza para nosotras.