“Si no te amara, no me preocuparía porque fueras mejor cada día”.
A nadie o casi nadie le gusta recibir críticas y correcciones, incluso las críticas constructivas que podrían ayudarnos a mejorar, nos suelen sentar mal. Pero una señal de que se es una mujer fuerte y segura, es que precisamente podamos estar dispuestas a escuchar a los demás sin que ello nos provoque trastornos.