A los hombres se les suele atribuir ser el sexo fuerte, seguramente por su fuerza física, pues son quienes se dedican a las tareas pesadas y a intentar ser el mayor proveedor para sus familias. Pero a veces el hombre queda debilitado ante su fuerte mujer, incluso sufriendo tanto en lo emocional como en lo físico por causa de ella. Y es que después de todo, aunque tendemos a olvidarnos de ello, los hombres también tienen un corazón sensible a los sufrimientos.