Buscamos parejas que nos complementen, que nos hagan sentirnos realizadas, que cubran nuestras necesidades, aficiones y gustos. Y muchas veces logramos encontrar a esa persona y establecemos una relación con él. Pero incluso así, fantaseamos con alguien más, tal vez un famoso, alguien fuera de nuestro alcance… y siendo como es, pura fantasía, puede que no tenga nada de malo.
Mujeres, hombres… cuentos de hadas y sapos
Al final, a pesar del dinero, la salud y todo lo demás,
Buscamos un amor que convierta nuestras vidas en el cuento de hadas que nos contaron de niñas, donde el sapo se deja besar, se convierte en nuestro príncipe y se viene a vivir con nosotras.
Matrimonio: ¿fantasía o realidad?
Todas, sin excepción, soñamos con una unión que sea “hasta que la muerte nos separe”.
Sin embargo, en las emociones e ilusiones del momento, no le ponemos atención a lo real, a lo humano.
Creemos haber logrado la unión perfecta, todo lo que nos hacía falta para ser felices, pero… ¿hemos pensado en los desafíos que el matrimonio implica? Uno de ellos y el más importante es descubrir con quién estamos casadas.
Contra la desilusión en el matrimonio
Cuando nos casamos lo hacemos enamoradas, ilusionadas, esperando disfrutar felizmente los años junto a nuestro esposo…
No es realista esperar que cada día sea coser y cantar, habrá días de coser y llorar.
El amor puede perdurar, pero las fantasías se han de borrar. El amor verdadero destinado a durar se construye desde la realidad.
Por ser mujer y no hombre…
No hay forma de acertar con los hombres:
Si sólo quieres sexo, dicen que sí, pero luego no están disponibles porque temen que nos peguemos a ellos, o simplemente porque no les da la gana.
Si quieres una relación seria, pues tampoco, porque no están preparados (todo va demasiado rápido, te dicen) pero a la semana se cuadran con otra que no es mejor que tú. Si eres inteligente y autosuficiente habrá conflicto, y si eres bruta, también…
¡El príncipe azul no existe!
Sí… existen mujeres necias
¿Castillitos en el aire? AAh, pero… ¿Encima nos enojamos cuando nos tildan de ser mujeres necias?
Veamos: ¿Qué es la necedad?
Bueno; pues por principio de cuentas, dicen que necedad implica: Ineptitud, simpleza, estupidez, tontería, ignorancia, insuficiencia, incapacidad, incompetencia y una persona necia está muy lejos de ser: Sabia, ingeniosa, apta, hábil, capacitada, etc.
¿Infidelidad por Internet?
A ti mujer:
Soy una mujer como tú, con un corazón que sufre y llora ante los embates de la vida, aquí en este momento, te hago una pregunta y me pregunto a mi misma:
¿Será que nos gusta llorar?¿Será que somos tan cobardes que muchas veces preferimos vivir de una mentira para sonreír y fingir que somos felices? ¿O preferimos la verdad aunque nos destroce el corazón en mil pedazos?
¡Me enamoré de un imposible!
Amores imposibles, amores platónicos, amores inalcanzables amigas queridas, hoy en día ya no constituyen una novedad, sino una “epidemia”. Una epidemia para la cual aún no se ha inventado un remedio eficaz, ni vacuna efectiva alguna, y por lo tanto tendremos que seguir sufriendo las consecuencias y estragos de tener un corazón terco y mal educado, y hasta vamos a tener que acostumbrarnos a vivir con ese problema que ya en pleno siglo XXI, está considerado como uno de los Fenómenos de tipo Social que más índices o tasas de suicidios está causando por todas las latitudes de nuestro mundo.