Porque eso de ser una Martha Stewart, esclava de la cocina, lavandera profesional, amamantadora sin salario, barbie de tiempo completo y sobretodo una romántica solitaria sin remedio, ya no funciona, no con los hombres actuales.
Somos felices cuando somos nosotras mismas
Todas queremos ser felices y en nuestro intento de serlo intentamos ser como los demás, procuramos parecerles “correctas” y provocarles admiración. Pero en realidad, cuanto más intentamos ser felices agradando a los demás, menos felices somos.
La felicidad está en ser nosotras mismas, con nuestros defectos y virtudes, con nuestras alegrías y tristezas, con nuestros triunfos y nuestras derrotas…
Tú elijes estar triste o vivir con alegría
El pasado… ¡más presente que nunca!
Disfrutar de la vida
Nos acostumbramos a la rutina de la vida, hacemos las cosas sin pensarlo, dejándonos llevar por las cosas del día a día… Nuestras vidas no tienen sentido, nos esforzamos en progresar, pero a fin de cuentas sólo queremos que el día acabe. ¿Qué sentido tiene esto?
Debemos retomar nuestras vidas, debemos aprender a disfrutar de la vida. Sólo vivimos una vez, decidamos vivir con alegría.
Ya no soy la misma, ¡soy mejor que ayer!
Puede ocurrir un milagro, pero los milagros no ocurren solos, hace falta un detonante, y eso puedes serlo tú.
Aunque en ocasiones olvides que eres una mujer valiosa, tú puedes cambiar tu vida a mejor, darle un nuevo brillo y restaurar lo que se ha roto.
No se puede dar lo que no se tiene
Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad, quien no está cómodo en la vida, no puede hacer que otros se sientan bien.
Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura.
No se puede dar
lo que no se tiene.
Simplemente Amor
¿Por qué haces esperar al amor? Hace rato que está al lado de tu puerta y aún no te dignas a dejarlo entrar…
¿Acaso no te has dado cuenta de que el amor ha pasado mucho tiempo contemplando tu ventana en espera de tu figura? ¿Por qué no le abres la puerta y le invitas a tomarse un café mientras charlan sobre el esplendor del más bello instante?
Vivir como si fuese el último día
Yo me acepto tal como soy
Para aprender a amar a los demás empecé por amarme a mí misma, a aceptar que soy como soy, y a confiar que mis decisiones son las correctas.
Para ello me apoyo en mis aciertos, acepto el amor que se me da y acepto las críticas, porque soy una mujer dispuesta a estar en este mundo y a aprender a vivir en él, estoy aquí por alguna razón y trato de ser coherente con mis propias ideas y convicciones.
Aprendiendo a ser felices
La vida es como tú la quieras hacer, nada es fácil, siempre nos encontramos con nuevos retos, y cada día es una aventura.
La vida muchas veces nos golpea tan fuertemente que hasta nos cuesta abrir los ojos por la mañana, en nosotras está el poder hacer de nuestra vida algo bonito u optar por no revertir las cosas que nos salen mal. Siempre hay cosas por las que vale la pena seguir soñando, porque eso nos hará felices.
Ver el vaso medio lleno o medio vacío
La necesidad del amor
A lo largo de la vida hay etapas en las que la palabra “amor” tiene diferentes significados, colores y matices para nosotras.
El amor es algo muy complejo y cada cual lo vive diferentemente. Para unas personas el amor debe implicar compromiso, otras piensan que si son amadas serán felices, otras piensan que es algo que dura para siempre mientras otras temen por la caducidad que pueda tener.
Y sin embargo, pese a los diferentes modos de verlo, todas queremos tener amor.
Nuestro desgaste por tratar de hacer feliz a otras personas
Muchas veces nuestras relaciones se ven afectadas por la pena y la desdicha, una lucha constante para que las cosas funcionen entre los dos.
Para que una relación funcione ambos deben de poner de su parte, y es frustrante cuando no sucede así, cuando pese a todos los esfuerzos la otra parte no hace nada. Sentir que sólo tú estás luchando por la relación supone un desgaste tanto físico como emocional.