Muchas veces nos cuestionamos qué sería de nosotros si la persona que amamos un día cualquiera desaparece…
Estando enamoradas vivimos con el miedo constante a perder a ese ser que ocupa toda nuestra vida, y ese miedo no nos deja disfrutar realmente de la vida.
Muchas veces también sentimos temor a que un día nuestros padres o familia ya no estén con nosotras. Nos produce pánico todo lo que refiera a «pérdidas»… y es que la vida es así, amigas, siempre tendremos que enfrentarnos a nuestros miedos y a nuestra falta de fe en la cosas en Dios.