El sábado conocí a un caballero de ojos hermosos y tierna sonrisa. Esperaba sentada en un banco del parque esperando a mi hijo y a mi sobrino mientras jugaban, el caballero se me acercó y me dijo que quería regalarme una flor pero la condición era que cerrara los ojos.
La paz que da la naturaleza
¿A quién no le gusta la sensación de calma y paz que da pasear por un parque, mirar la lejanía desde lo alto de una montaña, pisar la arena de la playa o escuchar el piar de los pájaros en un campo lejos del ajetreo de la ciudad?
Es bueno intentar encontrar ratos para pasear, respirar y relajarse. Y como en ocasiones no es posible, considera también traer la naturaleza a tu hogar, como por ejemplo, colocar una nueva planta junto a la ventana que te relaje al mirarla.