¿Alguna vez has sentido que la mejor respuesta que puedes dar es el silencio? A veces, en medio de todo el ruido y la prisa de la vida, olvidamos que el silencio también puede ser un superpoder. Aquí te comparto algunas reflexiones sobre la belleza y la fuerza de callar.
Cómo enfrentarse a los chismes
¿Qué pasa cuando llevas una vida plena, tranquila, dedicándote a realizar las cosas que verdaderamente te agradan, y de repente, de la nada, llega alguien haciendo comentarios malintencionados acerca de tu vida, usando el clásico «dicen por ahí»…?
Los chismes sobran en nuestras vidas, sólo traen problemas y conviene aprender a enfrentarnos a ellos.
¿Eres de las que habla mal de alguien, o las personas hablan mal de ti?
Soy de esas personas que siempre están pensando en cómo quedar bien con los demás, y caerles bien. Intento arreglar los problemas de todos, procuro que todos estén contentos, y por eso intervengo, muchas veces ofreciendo consejo a quien no tiene ningún interés en escucharlo. Pero he llegado a un punto de la vida en la que he tenido que tomar ciertas decisiones que harán que me sienta mejor conmigo misma.
Me equivoqué, escuché a otros y te perdí
A veces es necesario dejar ir el pasado, soltarlo de nuestra vida y reiniciar con ímpetu y afán, creyendo que hacemos lo correcto. Hay personas que nos fallaron cuando más les necesitábamos, y personas a las que nosotras mismas les fallamos cuando más fuertemente debíamos haber creído en ellos. Pero la vida sigue, con los errores de los demás y los nuestros propios:
Nunca faltan esas personas deshonestas que lo manipulan todo
Por mucho que intentemos vivir vidas honestas y tranquilas… parece que nunca faltarán personas deshonestas que llegan para romper nuestra paz, manipulando la verdad, y contando mentiras…
No uses insultos… ¡utiliza frases ocurrentes!
Es obvio que como mujeres bellas y elegantes, tener que mandar callar a alguien no es algo que nos agrade, pero hay veces que no … Read more
¿Por qué las mujeres somos tan crueles entre nosotras?
Es una realidad que ninguna vamos a discutir: el hecho de que entre nosotras las mujeres, a menudo, lo que menos demostramos tener es solidaridad.
Lo tomamos como normal, que las mujeres compitamos entre nosotras. A dondequiera que vayamos (en casa, en la escuela, en el parque con las demás mamás y por supuesto en el trabajo), las mujeres nos atacamos sin clemencia: hablando a las espaldas, criticando, juzgando duramente y humillándonos las unas a las otras.