Es bonito dejar que los demás piensen que estás en una maravillosa relación, estable y duradera… Pero a veces no todo es lo que parece, y puede que en realidad todo aparente estar bien porque no te atreves a enfrentar lo que ocurre y huyes de la realidad, como si eso fuese a solucionar tus problemas.
No huyo del amor, ¡pero lo parece!
Lo que pasa es que nos cuesta perder nuestra libertad, tememos los sacrificios y compromisos que vienen con el amor…
Si siempre nos encontramos huyendo y rechazando oportunidades, tal vez debamos plantearnos qué es lo que nos ha llevado a ver el amor como un yugo de obligaciones.